Un error común, cuando se habla de transformación digital de las administraciones, es limitarlo a la administración electrónica. Pero la modernización del sector público abarca mucho más: la apuesta por la tecnología puede beneficiar de formas muy distintas a la ciudadanía. Los protagonistas de estos procesos se encargan de ponerle voz.
Javier Fernández, director general de Estrategia digital e inteligencia artificial del Principado de Asturias, se incorporó a su puesto en septiembre de 2019, cuando se estaba terminando la implementación de una herramienta de tramitación electrónica. Con el cierre por la pandemia de COVID-19 enfrentaron dos desafíos. “Uno, poder conectarse desde casa”, recuerda, “pero si estás tramitando en papel y expedientes que los tienes en los archivos de la oficina, no te vale de gran cosa. El reto fundamental era que, además de trabajar desde casa, tuvieses realmente tu trabajo en red”. Pese a las dificultades, supuso “una aceleración de la transformación”.
Desde entonces han avanzado en la integración de RPA (automatización de procesos robóticos) para tareas repetitivas, la aplicación de analítica avanzada de datos en la gestión y de software de tramitación masiva para expandir la automatización en los procesos administrativos. Son nuevos pasos hacia una “Administración basada en el dato”, como lo califica. “Estamos en ese proceso de que los expedientes no sean expedientes electrónicos que repliquen los de papel, sino que sean conjuntos de datos estructurados. Cuesta más, porque incluso conceptualmente es más difícil de ver”.

Principado de Asturias. En la imagen, Javier Fernández.
“Estamos en ese proceso de que los expedientes electrónicos no repliquen los de papel, sino que sean conjuntos de datos estructurados. Cuesta más, porque incluso conceptualmente es más difícil de ver”
Javier Fernández
Están inmersos además en un programa de hiperautomatización para aplicar las distintas iniciativas enfocadas en la eficiencia a todos los servicios de la administración, de tal manera que la tramitación sea absolutamente transparente para el usuario final e inmediata. Pone como ejemplo las solicitudes de ayudas: “Cuando se lanza una línea de ayudas, hay unas bases reguladoras de esas ayudas, unos requisitos que se piden, todo eso lo define el área gestora. Nosotros nos estamos implicando con las áreas gestoras para que esa definición que haga sea compatible con esa automatización posterior que queremos desarrollar”. “Estamos montando nuestro gemelo digital de la tramitación”, avanza, “una herramienta que nos permita ver todos esos procesos de manera individualizada o agregada, para detectar puntos de ineficiencias, tener los tiempos perfectamente controlados e incluso poder hacer simulaciones”.
Con más de tres décadas de trabajo en el sector público, Valentín García es el director de Innovación en Lantik, “la decana de las agencias de tecnología de España”. Esta sociedad, participada en exclusiva por la Diputación Foral de Bizkaia, fue creada en 1981 y, desde entonces, acumula varios hitos. García destaca a Lantik como la pionera en el uso de internet para liquidar un tributo a una persona física, en web accesible en administración pública, en la digitalización de bienes patrimoniales (la cueva de Santimamiñe, abierta a visitas virtuales en 2008) o en el uso de software libre.
Pero su papel ha cambiado. “Ya no somos la empresa que presta servicios a la administración pública”, explica García, “sino que ahora somos la agencia a la que se le encarga que intente transformar la sociedad utilizando para ello la tecnología. Es otra liga”, destaca. De ahí que su visión de la digitalización vaya más allá de “hacer soluciones que faciliten las relaciones digitales entre una administración y la sociedad”. “A Lantik se le pide, por parte de su gobierno propietario, que intente influir en la prosperidad del territorio, comprendiendo el gobierno que la tecnología es un pilar fundamental en el siglo XXI”. De ahí una de sus principales apuestas, oficializada en 2021 en el evento Quantum Now y consagrada en la presentación de la estrategia Biqain en 2024: la cuántica.
Lantik. En la imagen, Valentín García.
“Estamos intentando cambiar la Administración pública y cambiar el mundo”
Valentín García
“Es una nueva visión de las cosas. Estamos intentando cambiar la administración pública y cambiar el mundo”. García habla de la ventaja cuántica, de conseguir “ventaja de negocio para mis empresas, para que paguen impuestos, para pagar las políticas sociales”. Se remite a los tres conjuntos de tecnologías cuánticas: computación y simulación, comunicaciones y ciberseguridad y sensórica y metrología. Pone como ejemplo del primero el uso de tecnología cuántica por la naviera Erhardt Serikat para optimizar el transporte de contenedores, mejorando los volúmenes de carga. En el segundo ámbito, refiere el trabajo de Lantik en GovTech4All, consorcio europeo que lideran en la parte de tecnología, en sistemas de criptografía postcuántica. Pero si algo destaca García es el trabajo en sensórica, de la que, dicen, se han olvidado las grandes potencias. “Ahí tenemos una oportunidad, porque China y Estados Unidos están más retrasados”. A través de estas tecnologías se puede, directamente, mejorar la gestión, optimizar el gasto y minimizar tareas, pero también traer esa riqueza que revierta en la población.
“Llevamos 20 años transformándonos digitalmente”, recapitula Ismael Vargas, director general de Sistemas de Información y Comunicaciones del Servicio Andaluz de Salud. “¿Cuántos proyectos se han puesto en marcha de transformación digital? Innumerables”. Explica que “Andalucía siempre ha sido pionera en transformación digital, siempre ha ido a la cabeza de España en muchas de estas evoluciones”. Cita, por ejemplo, la historia clínica unificada, un proceso que en Andalucía se finalizó en el año 2015; o el modelo de interoperabilidad regional, que facilita el trabajo entre sistemas de los distintos centros o departamentos, una vez integrados en el Sistema Andaluz de Salud. Vargas pone en valor la relevancia del gobierno del dato y la incorporación de servicios de analítica avanzada, así como el uso de las herramientas IPA. “Básicamente, la unión de la orquestación y gestión de proceso más herramientas de inteligencia artificial tiene que conseguir que el SAS sea sostenible en dar muchos más servicios digitales con menos herramientas”. En este sentido, apunta hacia la futura unificación de las dos plataformas móviles con las que cuenta el Servicio.
El responsable de la parte de Sistemas del SAS repasa también los avances en teleconsulta, que permiten “eficientar la atención”, por ejemplo, en pacientes crónicos o del ámbito rural. Entre sus desarrollos está el programa Teleictus, una red formada por especialistas en neurología vascular de Andalucía y hospitales sin este tipo de profesionales de guardia presencial para mejorar la atención al ictus agudo, con el foco puesto en los territorios peor conectados. “A través de las herramientas de telemedicina el neurólogo, que puede estar en la otra punta de Andalucía, es capaz de visualizar la imagen diagnóstica, trabajar con herramientas de ayuda a la toma de decisión, contactar por vídeo con el paciente, ver cómo responde y decidir qué cantidad o tipología de fármaco tiene que prescribir a ese paciente ya”, para después trasladarlo.
Preguntado por los siguientes pasos, Vargas expone el programa Marco SAS digital, que “define cómo se han de definir los planes estratégicos del Servicio Andaluz”, que “van a definir los próximos años hacia donde vamos a ir en términos de infraestructura digital, en sistemas de información, en inteligencia artificial, en gobierno del dato, en ciberseguridad y en acompañamiento al usuario”.

Fernando de Pablo, en su discurso tras la recogida del Premio al Mejor Proyecto de Seguridad y Resiliencia de los CIO awards 2024.
Garpress | Foundry.
“Para mí, la Administración digital, la transformación digital, no solo es un proyecto tecnológico, sino un proceso de cambio cultural, organizativo, donde la tecnología es muy importante, pero es el medio y no el fin”
Fernando de Pablo
Así habla Fernando de Pablo Martín, actual director general de la Oficina Digital del ayuntamiento de Madrid y con larga trayectoria en distintos puestos de responsabilidad en organismos públicos a nivel estatal. En julio de 2020 entra en el ayuntamiento de la capital para poner en marcha la Oficina Digital, desde la que diseñan la estrategia hasta 2027, Madrid, Capital Digital. Este plan cuenta con tres focos: servicios públicos digitales para todas las personas; el denominado inteligencia de ciudad, en el que se engloba la integración de datos, IoT, ciberseguridad y, cómo no, IA; y confirmar a Madrid como un polo de atracción e innovación digital, cuidando la apuesta en servicios y herramientas como los centros de datos o el 5G.
Todo, claro, de la mano del personal de la administración local: de lo primero que se hizo cuando entró en el ayuntamiento fue un proyecto de capacitación digital. Este ha tenido continuidad y avanza en la formación en competencias como inteligencia artificial o ciberseguridad. Está, además, coordinado con la Comunidad de Madrid. “La cooperación con otras administraciones es fundamental”, valora De Pablo, destacando por ejemplo colaboraciones con ciudades como Granada, Málaga o Barcelona.
Entre las iniciativas concretas que se están abordado está, por ejemplo, el desarrollo de una plataforma integral de procesos o del gemelo digital de Madrid. Se ha creado un laboratorio IoT con las universidades y empresas para probar temas de interoperabilidad y ciberseguridad de los dispositivos instalados o por instalar en Madrid. Porque “en una ciudad, aparte de los servicios digitales transversales, gestionamos el medio ambiente, el control de tráfico, la gestión de residuos, el urbanismo, las obras…”, expone. “Todo esto es el funcionamiento de la ciudad” y, con el uso de IoT, podría incrementarse la eficiencia de forma significativa. Siempre desde el mismo foco: “Una ciudad conectada para adaptarse a las personas”. Sin descuidar, cómo no, la protección de la superficie de ataque, para lo que se ha desarrollado un centro de ciberseguridad Smart City.

Ayuntamiento de Los Realejos (Tenerife). En la imagen, José David Cabrera.
“La transformación digital es un paso al frente de tratar de ser cada día mejores sectores municipales y desde luego ofrecer los mejores servicios a la ciudadanía”
José David Cabrera
La transformación de la Administración pública abarca a todos los niveles: gobierno central, autonomías, diputaciones y ayuntamientos. Y dentro de estos últimos, tanto los más grandes, como Madrid, como otras entidades de menor tamaño. Es el caso de Los Realejos, municipio de Tenerife con algo más de 37.500 habitantes, según el padrón de 2024. En esta localidad se emprendió en 2020 un proyecto de transformación digital integral, financiado en parte con fondos Next Generation, con una proyección de cuatro años. “Todo parte desde la planificación y la detección de necesidades”, explica José David Cabrera, segundo teniente de alcalde y concejal de Nuevas Tecnologías de este ayuntamiento. “Queríamos potenciar la transición hacia lo ecológico y lo digital”. Una oportunidad para mejorar la eficiencia y la eficacia, describe Cabrera, agilizar los procedimientos digitales, renovar infraestructura y los servicios básicos que estaban obsoletos. Entre las medidas ejecutadas incluye la mejora de la infraestructura del proceso de datos o de impresión, la provisión de herramientas colaborativas o la migración de servicios de administración electrónica.
La segunda fase de este plan se extiende a la actualidad, ya que Los Realejos acaba de instalar unos tótems habilitados con IA para la ciudadanía, a través de los que acceder a servicios municipales, comercios o a la agenda de la localidad para, por ejemplo, planificar la ruta. En breve abrirá también su kiosko electrónico 24 horas para atención a demandas de ciudadanía, a modo de cajero automático gestor o expendedor de trámites y certificados.
“Estamos ahora trabajando en cómo lograr también que las entidades sociales, vecinales, culturales de Los Realejos tengan mayor calidad en cuanto a la gestión de la tecnología”. Esto implicará, por ejemplo, subvenciones a entidades ciudadanas para su equipamiento, la dotación de zonas de Wi-Fi en edificios municipales y dependencias de interés público local y en determinadas localizaciones exteriores. Además, se monitorizará el despliegue, por ejemplo, de fibra óptica en determinados lugares, con el foco en las zonas rurales del municipio.
Si en algo coinciden las personas participantes en este reportaje es en que la tecnología no tiene sentido si no es al servicio de la sociedad
Vocación de servicio público
Si en algo coinciden las personas participantes en este reportaje es en que la tecnología no tiene sentido si no es al servicio de la sociedad. Resume Cabrera: “Todo esto se traduce en un proyecto estratégico, multidisciplinar, que ha implicado a todas las áreas y departamentos en aras de lograr esa ansiada transformación digital, ese paso al frente de tratar de ser cada día mejores sectores municipales y desde luego ofrecer los mejores servicios a la ciudadanía”. Incide Valentín García. “No es que solo queramos dar servicios, es que queremos darlos de manera igualitaria y equitativa”.
“A modo de resumen de filosofía, queremos hacer una Administración más cercana, más eficaz y más confiable”, sintetiza Fernández. Destaca, por ejemplo, su herramienta CoVA-Lex, “un asistente virtual online que identifica en qué pantalla y procedimiento de tramitación estás. En función de eso, hace una guía casi paso a paso de cómo seguir ese trámite”. Se trata de aprovechar las tecnologías en favor de la ciudadanía; por ejemplo, integrando la IA para leer automáticamente documentos no estructurados, como los que se entregan en mano por personas que aún emplean papel. O utilizando asistentes virtuales para acercarse a las personas que utilizan servicios públicos.
De Pablo destaca la evolución en el uso de la administración electrónica en la capital: si antes de la pandemia, esa gran unificadora digital, se hacían un 20% de las tramitaciones online y un 80% presencial, ahora los datos se han cruzado. Pero insiste: “Esto es totalmente voluntario. No queremos quitar la administración presencial”. Habla de un “cambio brutal”, pero “sin ser triunfalistas”, advierte: siempre se puede mejorar. Porque uno de los temas de interés para este profesional de la tecnología es su uso entre personas mayores y vulnerables, a quienes dirigen gran parte de sus iniciativas de capacitación. “La administración digital y la tecnología tienen que estar para cerrar brechas y no para abrir otras”, concluye.
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