El panorama de la infraestructura de los centros de datos está cambiando drásticamente, influenciado por los recientes cambios en las licencias de Broadcom, que están disparando los costes y obligando a las empresas a reevaluar sus estrategias de virtualización. Una nueva tendencia -la desvirtualización, un proceso de migración de cargas de trabajo de entornos virtuales a físicos- está tomando forma como respuesta a estos cambios, según el informe 2024 Hype Cycle for Data Center Infrastructure Technologies de Gartner.
“Se está considerando volver a alojar en servidores físicos o desvirtualizar las grandes cargas de trabajo complejas virtualizadas in situ con beneficios de consolidación más marginales”, afirma Gartner en el informe. “Los clientes están viendo cómo aumentan los costes con la virtualización on-premise con la adquisición de VMware por parte de Broadcom. Los costes no son el único factor junto con los niveles de servicio, basados en la resistencia, la disponibilidad y la portabilidad de las cargas de trabajo”.
¿Qué impulsa esta tendencia?
Según Gartner, los nuevos modelos de licencia de Broadcom, que pasaron de acuerdos de licencia empresarial a modelos de consumo más complejos, pueden obligar a las empresas a pagar entre dos y tres veces más. Este aumento sustancial de los costes es especialmente complicado para las grandes cargas de trabajo, que no se benefician de los aumentos de densidad y el ahorro de costes asociados a la consolidación de cargas de trabajo más pequeñas. El elevado coste haría difícil para algunas empresas justificar el mantenimiento de sus actuales entornos virtualizados.
Entonces, ¿qué hizo exactamente Broadcom para desencadenar la subida de precios? Tras la adquisición de VMWare, Broadcom fusionó muchos productos de VMware en dos ofertas principales: VMware Cloud Foundation y VMware vSphere Foundation. Algunos componentes se han integrado en estas dos soluciones o se han eliminado por completo, como el antiguo VMware End-User Computing (EUC), ahora llamado Omnissa. Como resultado, los clientes de VMware ya no pueden adquirir licencias perpetuas o sólo el hipervisor ESXi por sí solo.
Estos cambios han encarecido la ejecución de máquinas virtuales por parte de las empresas, sobre todo para tareas exigentes. Como resultado, algunas empresas se están planteando una medida sorprendente: prescindir por completo de las máquinas virtuales y volver a utilizar ordenadores físicos para cargas de trabajo específicas. Este enfoque, denominado ‘desvirtualización‘, puede suponer un ahorro de costes, pero conlleva la complejidad añadida de gestionar el hardware físico.
Según Gartner, otro factor que está impulsando esta tendencia es que las grandes cargas de trabajo que se ejecutan en hosts de máquinas virtuales dedicadas no se benefician de los mismos aumentos de densidad y ahorro de costes que la consolidación de cargas de trabajo pequeñas. “Esto pone de relieve que las grandes cargas de trabajo dedicadas son casos potenciales para la desvirtualización”, añade Gartner en el informe.
Entonces, ¿cuál es la solución?
La desvirtualización, aunque en la actualidad sólo es aplicable a alrededor del uno por ciento de las organizaciones, se considera una posible solución a largo plazo a pesar de sus complejidades, afirma Gartner en el informe Hype Cycle 2024. La desvirtualización consiste en trasladar una carga de trabajo o aplicación de un host virtualizado basado en hipervisor a un host físico compuesto por hardware de servidor, sistema operativo y herramientas de gestión.
Gartner prevé que la desvirtualización podría tardar entre cinco y diez años en alcanzar una adopción generalizada y llegar a la ‘Meseta de Productividad’ en la que la tecnología madura y es ampliamente aceptada. Sin embargo, según la firma de análisis, tiene su propio conjunto de retos y puede tener repercusiones empresariales variadas.
“A medida que las cargas de trabajo se desvirtualizan y se trasladan al hardware físico, es necesario sustituir las funciones de portabilidad en el mundo físico de la desvirtualización”, afirma Gartner en el informe. “Esto requiere inversión en funciones de sustitución de alto valor y alto coste y la aceptación por parte del negocio”.
Además, volver a lo físico con la desvirtualización conlleva la “necesidad de invertir en infraestructuras complejas y costosas, como clústeres de SO o DBMS” para sustituir la funcionalidad de resiliencia de la migración en vivo y la recuperación basada en host.
Aunque las máquinas virtuales de servidores grandes o dedicados son cargas de trabajo más marginales de virtualizar y buenas candidatas para la desvirtualización, según Gartner, no es tan fácil analizar el impacto de sustituir la migración en vivo y la recuperación basada en host en las cargas de trabajo físicas desvirtualizadas.
El auge de la revirtualización
Además de la desvirtualización, el informe también señala el aumento de la ‘revirtualización’ o las migraciones de virtual a virtual como otra posible solución, que consiste en pasar de VMWare a otro proveedor de hipervisores. Una vez más, Gartner atribuye esta tendencia a los cambios en las licencias de VMWare.
“Con los cambios significativos en las licencias de VMware, muchas organizaciones están considerando un hipervisor alternativo construido sobre código abierto o tecnologías alternativas”, dijo Gartner en el informe. “Los clientes también están buscando formas de definir el alcance de la gestión de los acuerdos empresariales utilizando proveedores de virtualización a medida que pasan a modelos de suscripción”, señaló.
Esta tendencia está impulsada por las organizaciones que buscan mitigar las deficiencias técnicas o abordar los riesgos comerciales introducidos por los proveedores incumbentes que pasan a modelos de suscripción.
La revirtualización suele llevarse a cabo para superar una deficiencia técnica o para abordar un riesgo de viabilidad o comercial, menciona el informe. Gartner advierte de que, aunque la revirtualización puede ayudar a reducir la exposición a mayores problemas contractuales y de auditoría, también puede aumentar el coste total de propiedad e introducir nuevos retos operativos.
Mientras que la desvirtualización se encuentra en su fase ’embrionaria’, con alrededor de un uno por ciento de penetración en las organizaciones, Gartner señaló que la revirtualización está algo madura, con entre un cinco y un veinte por ciento de empresas que ya la han adoptado.
Estas tendencias subrayan la naturaleza dinámica de las tecnologías de centros de datos y las decisiones críticas que deben tomar las empresas para seguir siendo competitivas y eficientes en un entorno que cambia rápidamente.
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