La adopción empresarial de plataformas de nube pública se ha disparado. Más de la mitad de todas las cargas de trabajo empresariales se ejecutan ahora en nubes públicas, y se prevé que el gasto aumente casi un tercio solo este año. Muchas organizaciones destinan más de 12 millones de dólares al año a servicios de nube pública. A pesar de esta enorme inversión, una parte significativa (alrededor del 27%) del gasto en la nube se desperdicia. Esto resulta especialmente frustrante, ya que las empresas acudieron en masa a la nube en busca de menores costes, mayor velocidad y agilidad empresarial, pero se encuentran ahora lidiando con facturas cada vez más elevadas y un retorno de la inversión limitado.
La raíz del problema suele estar en actuar con demasiada rapidez. Muchas empresas ven la nube como un camino automático hacia la eficiencia y la reducción de costes. Sin embargo, sin una estrategia bien definida, a menudo terminan creando entornos complejos llenos de recursos inactivos, almacenamiento innecesario y costes de red ocultos. La naturaleza confusa de los precios de la nube, junto con la falta de visibilidad granular, deja a los equipos de TI y finanzas desconcertados ante facturas incomprensibles. Esta complejidad impide a las organizaciones vincular el gasto en la nube al valor real del negocio, lo que provoca frustración y alimenta el ciclo de desperdicio.
Planifique cuidadosamente, actúe con rapidez y gaste con inteligencia
Para que el gasto en la nube le resulte rentable, el primer paso es detenerse, evaluar y planificar. No dé por sentado que la nube le ahorrará dinero automáticamente. Establezca una estrategia meticulosa que adapte las cargas de trabajo a los entornos adecuados, teniendo en cuenta tanto las necesidades actuales como las futuras. Tómese el tiempo necesario para analizar qué aplicaciones se benefician realmente de la nube pública frente a otras opciones alternativas. Esto es esencial para lograr un ahorro real y un rendimiento óptimo.
La adopción de un marco de FinOps puede ser transformadora. FinOps une a las partes interesadas de TI, finanzas y negocios en una búsqueda compartida de la optimización continua de los costes de la nube. Fomenta una cultura de transparencia y responsabilidad, lo que permite realizar un seguimiento del gasto, identificar tendencias y abordar el desperdicio antes de que se salga de control. Cuando se combina con herramientas automatizadas y revisiones periódicas, FinOps permite a las organizaciones gestionar de forma proactiva los costes, dimensionar adecuadamente los recursos y alinear cada dólar invertido en la nube con el valor empresarial.
La gobernanza debe ir de la mano de estas prácticas financieras. Redacte políticas claras para el uso de la nube, aplique normas de etiquetado y automatice el apagado o la limpieza de los recursos infrautilizados. Todas las personas que utilicen la nube deben estar capacitadas para tomar decisiones acertadas, pero también deben ser responsables de sus gastos. Este cambio fundamental requiere el compromiso de los directivos y una comunicación constante, y reporta beneficios en forma de claridad y control de los costes.
Diversifique la ubicación de sus cargas de trabajo
Si la economía de la nube pública se queda corta para aplicaciones o cargas de trabajo específicas, o si necesita un mayor control normativo, debe considerar otras opciones. Las nubes privadas pueden ofrecer un mayor control y estructuras de costes predecibles, especialmente para cargas de trabajo con una demanda constante o requisitos de cumplimiento estrictos. Las nubes soberanas gestionadas por proveedores regionales o nacionales han cobrado especial relevancia para las organizaciones que deben cumplir normativas estrictas en materia de privacidad y residencia de datos.
Los proveedores de nube especializados y regionales también están ganando protagonismo. Pueden ofrecer soluciones a medida, proporcionar un mejor soporte y, en ocasiones, ofrecer precios significativamente más bajos para determinados tipos de cargas de trabajo, especialmente cuando la transferencia de datos o las necesidades técnicas específicas son un factor importante. Para las empresas dispuestas a mirar más allá de los tres principales hiperescaladores, estas alternativas podrían suponer importantes beneficios financieros y operativos.
Las empresas deben revisar rigurosamente su uso actual, optimizar sus entornos e identificar oportunidades de optimización. Invertir en plataformas de gestión de la nube que puedan automatizar la detección de ineficiencias, recomendar mejoras continuas y prever con mayor precisión los patrones de gasto futuros. La optimización no es una tarea puntual, sino un proceso continuo en el que la automatización y la responsabilidad son temas centrales.
¿Qué hacer ahora?
Las empresas se enfrentan a una presión cada vez mayor para justificar el aumento de su gasto en la nube y recuperar el verdadero valor empresarial de sus inversiones. Sin una acción decisiva, el desperdicio seguirá erosionando cualquier beneficio prometido. Estos son los pasos clave que recomiendo para recuperar el control y obtener resultados significativos:
- Audite su entorno actual en la nube: realice una revisión exhaustiva de todas las cargas de trabajo en la nube, los patrones de gasto y la utilización de los recursos. Desactive rápidamente los activos inactivos o redundantes para detener el gasto innecesario.
- Implemente prácticas de FinOps: forme un equipo multifuncional de FinOps que reúna a los responsables de TI, finanzas y negocio. Supervise el gasto en tiempo real, establezca controles de costes claros y cree una cultura de responsabilidad financiera.
- Optimice su arquitectura de nube: reevalúe periódicamente cómo se implementan las aplicaciones. Adapte los recursos, consolide las cargas de trabajo y elimine la proliferación en los recursos informáticos, de almacenamiento y de red.
- Automatice la gobernanza de los costes: implemente herramientas que detecten automáticamente anomalías, realicen un seguimiento del uso y apaguen los recursos huérfanos o infrautilizados sin intervención manual.
- Mejore las habilidades de sus equipos: invierta en formación continua para garantizar que el personal comprenda los precios de la nube y las prácticas recomendadas para gestionar los costes. Capacite a todos para identificar las ineficiencias de forma temprana.
- Explore modelos y proveedores alternativos: considere opciones de nube híbrida, privada o soberana para cargas de trabajo específicas, así como proveedores menos conocidos o especializados que puedan ofrecer soluciones más rentables o que cumplan con la normativa.
- Negocie de forma proactiva con los proveedores de nube: utilice la visibilidad de sus gastos para conseguir mejores condiciones contractuales, descuentos por volumen o acuerdos de servicio mejorados.
Tomar estas medidas ahora ayudará a las empresas a convertir la nube de un centro de costes en crecimiento en una fuente de valor empresarial cuantificable.
Al final, el potencial de la nube para ofrecer valor económico y empresarial es real, pero solo para las organizaciones que estén dispuestas a dedicar la planificación, la disciplina y la gobernanza que exige la nube. Trasladar las cargas de trabajo a la nube no es un resultado empresarial en sí mismo, sino que debe servir a objetivos claros de innovación, eficiencia y retorno de la inversión. Las empresas deben abordar el crecimiento de la nube con intención: reforzando los controles financieros, creando una cultura de concienciación sobre los costes y considerando una oferta ampliada de soluciones en la nube. Las empresas que sean capaces de gestionar esto no solo controlarán sus gastos, sino que finalmente obtendrán los beneficios que se les han prometido.
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