Muchos directivos han perdido la confianza en las TI, incluidos los CIO

Malas noticias para los CIO: muchos líderes de alta dirección, incluidos los de TI, tienen menos confianza en la capacidad de su departamento para hacer el trabajo que hace una década. Menos de la mitad de los directivos creen que sus organizaciones de TI están prestando servicios básicos de manera efectiva, en comparación con alrededor de dos tercios con confianza en 2013, según una encuesta publicada recientemente por el IBM Institute for Business Value.

La mayor caída fue entre los CEO encuestados. En 2013, el 64% confiaba en que los departamentos de TI de sus organizaciones prestaran servicios básicos, pero el porcentaje cayó al 36% este año. Entre los líderes de TI encuestados, el 69% confiaba en sus departamentos hace una década; ahora solo lo hace el 47%. La confianza también disminuyó entre los directores financieros.

¿Cuál es el problema? El informe de IBM basado en la encuesta ‘6 blind spots tech leaders must reveal’ describe las enormes expectativas a las que se enfrentan los líderes de TI modernos: “Para que la tecnología ofrezca resultados empresariales en toda la empresa, los líderes tecnológicos deben ser en parte cerebros y en parte maestros”, dice el informe. “Deben diseñar la estrategia tecnológica a través de los datos, la seguridad, las operaciones y la infraestructura, trabajando en equipo con los líderes empresariales –hablando su idioma, no la jerga tecnológica– para comprender las necesidades, imaginar posibilidades, identificar riesgos y coordinar las inversiones”.

El informe añade: “Deben crear equipos multidisciplinares para dar vida a la estrategia, fomentando la experimentación y las ideas frescas que inspiran a los empleados y deleitan a los clientes”.

El trabajo cambia rápidamente

Algunos responsables de TI achacan el problema al aumento de las expectativas junto a los rápidos avances tecnológicos de la última década. Muchos miembros experimentados de los equipos de TI comenzaron como administradores de sistemas o realizando funciones similares y ahora se les pide que configuren entornos complejos en la nube o que descubran cómo implementar la IA, recuerda Ashwin Rajeeva, cofundador y director de tecnología de Acceldata, un proveedor de observabilidad de datos empresariales.

Muchos directivos quieren que el equipo de TI mantenga los sistemas en funcionamiento e impulse la innovación estratégica, dice, un acto de equilibrio desafiante. “Las organizaciones perciben que TI está luchando para satisfacer estas demandas, particularmente en el despliegue de nuevas tecnologías como la IA, que han aumentado las expectativas entre los líderes empresariales”, explica. “Los desafíos en la gestión de los sistemas heredados y la continua escasez de talento agravan aún más este problema”.

En muchos casos, el equipo de TI tradicional se ha separado del equipo de I+D, y el primero tienen la tarea de ‘mantener las luces encendidas’, dicen algunos líderes tecnológicos. Con las estrategias de TI y de negocio cada vez más entrelazadas, y las duras verdades que ello implica, el valor tradicionalmente impulsado por TI se ha trasladado a la ingeniería de producto y a las unidades de negocio, afirma Martin Mao, CEO y cofundador de Chronosphere, una plataforma de observabilidad en la nube.

El valor no se ve en el mantenimiento de la operativa, expone. “Las TI están atrapadas en una espiral negativa de recorte de costes y modo de defensa frente a la innovación. Se está produciendo una enorme fuga de talentos desde TI hacia el lado de la ingeniería de producto”.

Los equipos de TI a menudo están agobiados con el mantenimiento de los sistemas heredados, mientras que simultáneamente se les pide que soporten nuevas tecnologías como la IA, la infraestructura como código, la ‘contenerización’ y los servicios en la nube, agrega Kenny Van Alstyne, CTO del proveedor de la nube SoftIron.

Además, el aumento de la ‘shadow IT’ o TI en la sombra, aquella que implantan por su cuenta algunos departamentos de la organización sin el control del área de TI, crea la percepción de que los equipos tecnológicos no son lo suficientemente ágiles o innovadores, agrega. “Este acto de equilibrio puede crear la percepción de que el área de TI es lenta o no responde a las necesidades del negocio”, señala. “La confianza en los equipos de TI está cayendo en gran medida debido a una brecha entre el ritmo del cambio tecnológico y la capacidad de esta área para adaptarse con la suficiente rapidez”.

El riesgo de que el CIO se quede al margen

El peligro de esta pérdida de confianza es que el departamento de TI y el CIO se queden al margen de los proyectos críticos que desarrollan las compañías, afirma Rajeeva, de Acceldata. “Esta desconexión puede disminuir la inversión en iniciativas de TI, ya que las partes interesadas cuestionan la eficacia del gasto en tecnología”, indica. “Además, no aprovechar las nuevas tecnologías puede ahogar la innovación y limitar la competitividad. En última instancia, esta falta de confianza puede crear una cultura resistente al cambio, ralentizando el crecimiento y perjudicando la capacidad de respuesta a las demandas del mercado”.

Sin restablecer su nicho, los equipos de TI de muchas organizaciones pueden ir menguando poco a poco, añade Mao. Muchas empresas parecen estar trasladando ya los presupuestos de TI a I+D, afirma, aunque cree que las organizaciones siguen necesitando equipos de TI sanos.

“Si la confianza en las TI sigue disminuyendo, también lo hará su relevancia y las inversiones relacionadas. Se convierte en una profecía autocumplida, ya que las TI se atrincheran en la eficiencia de costes y las tareas administrativas”. En definitiva, espeta, si no se ve al CIO y a su área como algo valioso, no le aportarán los presupuestos necesarios, añade.

La buena noticia es que estamos a tiempo de solucionar el problema. Los responsables de TI tienen la oportunidad de volver a ganarse la relevancia y la confianza, ya que el interés por la IA generativa está por las nubes, afirma Mao, aunque muchos departamentos de TI parecen estar tardando en aprovecharlo. El experto recuerda que la IA generativa tiene un enorme potencial para los casos de uso interno, como las funciones del servicio de asistencia, los procesos de RR. HH. y la recuperación de información, y los departamentos de TI son los que están impulsando esos proyectos.

Los proyectos internos de IA también permiten a los empleados probar la tecnología y sentirse cómodos con ella antes de incorporarla a los productos, afirma Mao. Sin embargo, en muchos casos, esto no está ocurriendo. “El departamento de TI desempeña el papel tradicional de poner barreras al uso de la IA, cuando, en cambio, los sus responsables podrían estar a la vanguardia del uso de la IA para impulsar la innovación interna y una mayor credibilidad del departamento de TI”, añade.

Es posible que los departamentos de TI no puedan recuperar el territorio perdido y que han absorbido los equipos de I+D e ingeniería, añade Mao, pero pueden encontrar nuevas áreas, como la IA, para añadir valor. Los CIO también pueden centrarse en mejorar la comunicación con las partes interesadas de la empresa y otras estrategias de TI centradas en el negocio, para garantizar que sus equipos estén alineados con los objetivos empresariales, afirma Rajeeva.

Invertir en talento y habilidades también es fundamental, añade. “Los equipos de TI no sólo deben actualizar sus conocimientos, sino también contratar estratégicamente para mantenerse a la vanguardia de las tecnologías emergentes. Al fomentar una colaboración más estrecha con las organizaciones de I+D y tecnología, pueden impulsar una mayor velocidad y calidad y superar prácticas anticuadas que ya no satisfacen las demandas actuales”.

Van Alstyne está de acuerdo en que los CIO y los equipos de TI deben demostrar la capacidad de ser ágiles y alinearse con las necesidades empresariales. Al igual que Rajeeva, cree que las inversiones en talento y habilidades son importantes. “TI debe evolucionar de ser un proveedor de servicios a un verdadero socio estratégico. Los líderes de TI deben adelantarse a las tendencias tecnológicas emergentes, particularmente en IA, nube y automatización, y guiar al negocio sobre cómo usarlas de manera responsable”.