La Unión Europea dará un gran paso en materia regulación del consumo de energía y agua en los centros de datos el próximo mes de septiembre, cuando las organizaciones que operan en ellos en los países de la UE tendrán que presentar informes detallando el consumo de agua y energía, así como las medidas que están tomando para reducirlo.
La normativa de la UE sobre centros de datos forma parte de un paquete normativo más amplio cuyo objetivo último es reducir el consumo de energía en un 11,7% entre 2020 y 2030. Los reguladores se centran en los centros de datos porque se calcula que consumen entre el 2% y el 3% de toda la energía utilizada en la UE, y las tecnologías de IA de procesamiento intensivo impulsan la demanda de mayor potencia de cálculo y más centros de datos.
Según Ermengarde Jabir, economista de la empresa de investigación Moody’s, algunos centros de datos de la UE necesitan miles de megavatios de energía para funcionar. Los centros de datos de Ámsterdam requieren unos 950 megavatios de capacidad energética y los de Dublín más de 700 megavatios. Los centros de datos de París y Fráncfort necesitan casi tanta energía como el de Dublín.
En comparación, 1 megavatio de energía es suficiente para abastecer entre 750 y 1.000 hogares durante un año. El mayor centro de datos del mundo está en el norte de Virginia, con una capacidad de 4.500 megavatios.
El modelo de la UE
Por ahora, las obligaciones de información de la UE —así como las posibles normativas de reducción de consumo energético derivadas de los informes— sólo se aplican a los centros de datos situados en países de la UE. Pero la normativa medioambiental de Bruselas tiende a ser un modelo para muchas otras partes del mundo, con Norteamérica como excepción, afirma Cándido García Molyneux, abogado medioambiental del bufete Covington & Burling, con sede en la capital belga. “En última instancia, la realidad es que, cuando la UE adopte estos requisitos de información, muchos otros países empezarán a adoptar requisitos iguales o muy similares”, afirma.
Además, los países que quieran adherirse a la UE o comerciar con ella pueden tener que cumplir las normas energéticas de los centros de datos, añade, y Bruselas ya ha aprobado normas de contratación pública en torno a la eficiencia energética. Las empresas que prestan servicios en la nube o basados en la web a residentes y empresas de la UE desde centros de datos situados en otros lugares también pueden estar sujetas a futuras normativas sobre el uso de la energía, afirma. “Si tienen un centro de datos en la India, quizá no se les apliquen estos requisitos de información, pero muchos de las exigencias de sostenibilidad que está adoptando la UE pueden repercutir en los centros de datos del citado país”, explica.
Eliminación gradual de los combustibles fósiles
El impulso de la UE para reducir su consumo de energía obedece a varios factores, entre ellos los objetivos de reducir el uso de combustibles fósiles y disminuir su dependencia de fuentes de energía extranjeras, afirma Jabir, de Moody’s. Aunque los esfuerzos por reducir el consumo empezaron antes de que Rusia invadiera Ucrania, el conflicto en ese país ha reforzado la determinación de la UE de recortar las importaciones de petróleo, gas y carbón rusos.
Un primer paso hacia la regulación son las normas de información sobre el consumo de energía y agua. Aunque algunos expertos en energía creen que la mayoría de los operadores de centros de datos están preparados para cumplirlas, Molyneux ve a algunos operadores de centros de datos con dificultades para cumplir el plazo. Los operadores más pequeños, por ejemplo, pueden desconocer las normas, y a otros les puede resultar difícil recopilar la información adecuada. Entre ellos pueden encontrarse los CIO que gestionan centros de datos en suelo de la UE en nombre de sus empresas. Además, en algunos casos, los usuarios u operadores de los centros de datos no son los propietarios de los mismos, lo que puede complicar el proceso de notificación, afirma Molyneux.
Muchos grandes operadores de centros de datos han estado trabajando para controlar su consumo de energía en el último año, dice Sebastiano Paganini, director global de línea de productos de ABB Smart Buildings, proveedor de soluciones de eficiencia energética para la industria de la construcción. Los operadores de centros de datos suelen recurrir a servicios externos para controlar el consumo o proporcionar herramientas de supervisión, indica.
Una de las principales prioridades de los requisitos de información de la UE es crear un sistema de clasificación de la sostenibilidad de los centros de datos. El objetivo final, por supuesto, es crear centros de datos más sostenibles, pero muchos operadores de centros de datos ya han empezado a ocuparse de la sostenibilidad, dice Paganini. Además, la UE publicó el pasado mes de septiembre un código de conducta energético voluntario para centros de datos en el que se describen algunas buenas prácticas. “Potencialmente, con esta normativa algunos o la mayoría de los operadores de centros de datos irán en la buena dirección”, afirma.
¿Qué incluye la normativa?
Los CIO que gestionan centros de datos en la UE deben saber a qué se enfrentan cuando se cumpla el plazo de septiembre para presentar informes.
Las normas de información les obligarán a ellos y a otros operadores de centros de datos a:
- Medir su eficiencia energética
- Indicar qué porcentaje de su energía procede de fuentes renovables
- Describir cómo reutilizan el calor residual producido
- Medir la eficacia de la refrigeración
- Mostrar la eficacia del uso del carbono
- E informar sobre el uso de agua dulce
Los requisitos de información sobre el agua se incluyen porque los centros de datos son grandes consumidores de este recurso, dice Jabir. Un centro de datos a hiperescala puede utilizar hasta 200 millones de galones de agua al año para refrigerar su hardware, y casi toda esa agua se evapora, por lo que es imposible reciclarla. Incluso un centro de datos pequeño puede consumir de seis a siete millones de galones al año.
Al mismo tiempo que la UE se está centrando en la sostenibilidad de los centros de datos, la demanda de los mismos está creciendo significativamente, con el aumento del interés por la IA y el incremento exponencial de la generación de datos en todo el mundo. Varias firmas de analistas, incluida McKinsey & Co, proyectan una tasa de crecimiento anual de los centros de datos del 10% o más hasta 2030. “La proliferación de centros de datos no va a detenerse pronto, porque la demanda es extremadamente fuerte”, dice Jabir. “Dicho esto, existe preocupación en torno a la posibilidad de construir nuevas plantas que quemen combustibles fósiles”.
Esta combinación de una fuerte demanda y una normativa de sostenibilidad añadirá complejidad al sector. Además de las probables normativas de sostenibilidad, los centros de datos son caros de construir y gestionar y tienen que estar en zonas con un elevado suministro de energía y acceso a agua dulce, señala.
“La gran preocupación en torno a los centros de datos es el uso constante de recursos no renovables a un ritmo extremadamente rápido. La pregunta es: ¿cuál es el equilibrio entre las necesidades para la vida cotidiana de las personas y la alimentación de estos centros de datos extremadamente consumidores de recursos?”, señala el experto.
Es de esperar que las decisiones estratégicas, las obligaciones de información y los presupuestos de los CIO se vean cada vez más afectados por esta ecuación.
Data Center, IT Operations, Regulation
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