La escasez de personal informático perjudica los resultados corporativos

Los CIO comprenden instintivamente cómo la escasez de personal de TI y los problemas de contratación dificultan todas las tareas y los resultados. Pero es muy diferente cuando a los líderes empresariales a los que informan se les muestran los problemas empresariales concretos que surgen como resultado de la escasez de personal en el departamento de TI. Un nuevo informe de IDC ofrece esos detalles.

Casi dos tercios de los ejecutivos de TI encuestados afirmaron que “la falta de personal cualificado ha provocado el incumplimiento de los objetivos de crecimiento de los ingresos, problemas de calidad y un descenso de la satisfacción de los clientes”. Además, en este sentido, “no se espera que la situación mejore”, según el informe.

La pesadilla empresarial en cifras:

• El 62% no alcanzó sus objetivos de ingresos debido a la escasez de personal informático.
• El 61% sufrió retrasos forzosos en los productos.
• El 59% tuvo problemas de calidad del producto/servicio
• El 59% experimentó una caída demostrable de la satisfacción del cliente.
• El 57% perdió ingresos.

IDC también predijo más problemas derivados de la escasez de personal: “Para 2026, el 90% de las organizaciones de todo el mundo sentirán el dolor de la crisis de competencias de TI, que costará hasta 5,5 billones de dólares en retrasos, problemas de calidad y pérdida de ingresos”.

La formación puede ser una respuesta, si se hace bien

El informe arroja luz sobre dos causas paralelas: la propia escasez de talentos informáticos y la resistencia de los empleados a reciclarse para tareas diferentes.

Gina Smith, directora de Investigación de IDC en el área de Competencias Informáticas para el Negocio Digital y principal autora del informe, afirma que algunos de los problemas de la escasez de competencias se derivan de la falta de titulados universitarios.

Por sí sola, esa escasez de titulados universitarios no es necesariamente mala, porque esos títulos no siempre son necesarios para trabajos avanzados, como las defensas de ciberseguridad o la codificación de IA. Además, muchos responsables de TI se están replanteando los requisitos de titulación universitaria y experiencia en favor de enfoques de contratación que den prioridad a las habilidades. Pero sí se requiere formación especializada.

Algunas empresas “están rogando a AWS que inicie programas de certificación”, dijo Smith.

Aunque no se aborda en el informe, Smith dijo que no todos los paquetes de compensación -especialmente los salarios- se han mantenido al día con el valor del talento disponible.

“En cualquier mercado competitivo, las leyes de la oferta y la demanda están en vigor”, lo que sugiere la necesidad de una mayor remuneración, apuntó Smith.

Sin embargo, muchos empleados -especialmente los trabajadores GenZ- sitúan la retribución más abajo en su lista de prioridades, prefiriendo tener “flexibilidad y un camino claro por delante”, prosiguió la analista. “Al colectivo GenZ le encanta observar estas credenciales en línea”.

“Conseguir que las personas adecuadas con las habilidades adecuadas ocupen los puestos adecuados nunca ha sido tan difícil”, subrayó Smith. “A medida que se amplía la escasez de competencias en TI y se acelera la llegada de nuevas tecnologías, las empresas deben encontrar formas creativas de contratar, formar, actualizar y recualificar a sus empleados”.

Smith y otros aconsejan desarrollar una cultura de aprendizaje como una de las mejores formas de lograr este objetivo. Pero los esfuerzos de formación de muchas empresas se están quedando cortos.

“Los empleados se quejan de que los cursos son demasiado largos, las opciones de aprendizaje son demasiado limitadas y no hay suficiente alineación entre las competencias y los objetivos profesionales”, afirma Smith.

Las opciones de formación incluyen “desde formación presencial hasta hackathons, laboratorios prácticos y juegos, búsquedas y minicertificados”, explica.

Cuando en la encuesta se preguntó qué competencias son las más demandadas, la IA -y sus muchos componentes- fue abrumadoramente la primera opción, seguida de las operaciones de TI, la arquitectura en la nube, el mantenimiento de aplicaciones, la gestión/almacenamiento de datos en la nube, la integración de API, el análisis de datos, la ciberseguridad y el desarrollo de software IoT.