Las vacaciones retribuidas para cualquier persona trabajadora son un derecho constitucional en España, reconocido en el artículo 40 de la Carta Magna y regulado por normativas como el Estatuto de los Trabajadores. La desconexión digital en entornos laborales está protegida por ley. Cualquiera diría que lo más normal del mundo sería cogerse unos días y desconectar del todo del trabajo: más en agosto, que según ObservaTUR se mantiene como el mes preferido en España. Sin embargo, cuando se trata de puestos directivos y, específicamente, de la persona que dirige la parte de TI empresarial, la realidad es más complicada. ¿Puede un o una CIO desaparecer plenamente en vacaciones? Spoiler alert: difícilmente.
Cómo combinar descanso y responsabilidad
Cuanto mayor nivel en la escala profesional, menor posibilidad de desconectar en vacaciones. Un estudio de Infojobs cifra en un 47% de participantes en puestos de dirección, gerencia o consejo de administración quienes se conectan siempre que se necesite durante el periodo de descanso. Los motivos están ligados a la responsabilidad del puesto: hay un sentimiento de obligación para con la empresa, además de la presión propia de la posición y la necesidad de cerrar temas pendientes. En el sector TI se podría añadir una cuarta razón. “Las tecnologías de la información son muy poco predecibles”, explica Álvaro Ontañón, CIO de Merlin Properties. “Eso hace que tengas que estar un poco en constante alerta de lo que pueda pasar. No porque te vayas de vacaciones los riesgos y las amenazas desaparecen”.
Esta idea de la dificultad de la desconexión total, de la necesidad de estar siempre disponible, de una forma u otra, para su equipo y empresa, se repite entre todas las personas entrevistadas para este reportaje. El CIO de Gasib, José Luis Sierra, considera que “no eres indispensable, porque nadie es indispensable, pero sí que una vez que adquieres este tipo de posiciones, tienes que estar pendiente 24 horas”. Considera también que depende de cada caso. “Hay gente que necesita desconectar cien por cien. En mi caso necesito simplemente romper la rutina”, señala. “Me aleja demasiado en el negocio de cualquier problema que pueda haber”. Alejandro Expósito, director corporativo de Sistemas y Procesos de Ullastres, completa esta idea: “Desaparecer del todo no es fácil, siempre es bueno saber que si surge algo que necesite su atención urgente e inmediata pueda estar disponible, aunque esto muchas veces es más por la persona que por la empresa, todos, aunque no queramos, tenemos un poco de eso que se viene a denominar FOMO”. Ese fear of missing out, el miedo a estar ausente, se asocia generalmente al ocio, a la ansiedad que genera no ir a un evento social, no vaya a ser que el resto de asistentes tengan el mejor día de su vida y yo no. Aquí aplicaría más bien en el sentido de no vaya a ser que pase cualquier cosa, generalmente mala, y yo no esté para liderar el equipo, como es mi responsabilidad. “Yo creo que el equipo tampoco puede ni debe asumir cien por cien determinadas cosas en un momento dado”, apunta Sierra. “No que no estén capacitados, sino que se sientan apoyados”. La responsabilidad del CIO pasa por estar disponible en momentos de crisis. “Creo que es mi obligación estar al pie del cañón, igual que un consejero delegado, en el caso de que ocurra algo, también tiene que estar”.
En resumen: según se avanza en la escala de dirección, más difícil “desaparecer”, aunque se doten de los mecanismos para suplir a cualquier rango. Manuel Bosch, director de Innovación y Transformación Digital en Ribera Salud, considera que “para un máximo responsable de la parte de tecnología de una compañía, una desconexión absoluta es complicada. Es verdad que hay que dotarse de los procedimientos de la seguridad, de la gestión de riesgos, de los planes alternativos, etcétera, para tener el 99% de las situaciones previstas”. Esto no lo cubre todo, recuerda, haciendo alusión al incidente de CrowdStrike. “No es posible preverlo, pero sí ser capaz de anticiparte y de prever la mayoría de las cosas y tener unos planes alternativos”. En su caso, al trabajar con infraestructuras críticas en el nivel sanitario, no hay una época en la que haya un menor ritmo de trabajo, como sí puede ser en negocios en los que agosto sea mes de vacaciones general. “Lo que hacemos es planificar las vacaciones y los periodos de descanso y desconexión. Tenemos un procedimiento de cuando hay que llamar a quién y en qué circunstancias”. Eso no quita que necesite chequear su correo o Whatsapp. “Pero sabemos que hay alguna urgencia cuando suena el teléfono”.
Esta planificación cuidada es la estrategia general. “Una vez que tienes los recursos adecuados y confías en ellos, sabes que las cosas están en buenas manos”, explica Ontañón, que incide en esa idea de que “nadie es imprescindible en la compañía”. Añade Expósito: “Una de las tareas más importantes de un CIO es organizar el departamento de forma que todos tengan derecho a la desconexión digital, y además el CIO no debería ser una excepción”. Para él, esta organización pasa porque en el equipo haya gente especializada en un área, pero con conocimientos suficientes del resto de áreas y proyectos como para que puedan hacerse cargo temporalmente. Esto sería parte de un plan de sucesión, que el o la CIO deben tener siempre listo, señala.
La importancia de descansar
Eso no quita que las vacaciones sean para Ontañón una necesidad. “El año es muy largo y tendremos periodos de mucho estrés y de mucho trabajo asegurados, y el no desconectar físicamente y mentalmente a la larga produce problemas”. El profesor de la Universitat Oberta de Catalunya Enrique Baleriola señala que “las vacaciones son cruciales para el trabajador porque permiten un descanso necesario de la rutina y el estrés que provoca el trabajo”, y cita entre los beneficios de parar y alejarse la bajada del cortisol, reducción de los síntomas de burnout y un aumento de la creatividad y del bienestar emocional. Pero no se trata únicamente de esto. “Otra parte muy importante es la conciliación”, incide Ontañón. “Es extremadamente importante dedicar tiempo a los tuyos de calidad y no que estén contigo y tenga la sensación de que no estás”.
Esto no quita que haga pequeñas conexiones para mantenerse al día. La clave es encontrar la fórmula que permita a cada quien un pequeño descanso, una ruptura del día a día. Bosch, por ejemplo, prefiere fines de semana largos o una semana a una quincena. “Consigo no solo desconectar, sino también pensar qué hemos hecho, en qué punto estamos”. Él lo vincula también al sector de trabajo. “Hablando de hospitales, de infraestructuras que no tienen un periodo más bajo, quizás es más aconsejable unos descansos más espaciados que no un periodo más largo”. Para Expósito, “lo mejor es buscar el equilibrio entre la parte personal, vacaciones al mismo tiempo que sus hijos, que sus parejas…; la parte relacionada con el departamento, intentar no irse todas las personas de un equipo al mismo tiempo; y la parte de negocio, es decir, intentar adaptarse a las épocas en que el negocio demande menos”.
Expósito destaca también las diferencias en el grado de madurez tecnológica: si una empresa no acepta teletrabajo, no puede exigir a su plantilla una conexión constante, pero cita otras en las que, cuando una persona comenzaba su periodo de vacaciones, automáticamente se bloqueaba su cuenta de correo y el móvil de empresa. “Para esto toda la organización tiene que estar concienciada y preparada, además de tener claro que ninguno es imprescindible y que tu trabajo está organizado de tal manera para que temporalmente pueda ser cubierto por algún compañero sin sobrecargarle a él y por supuesto sin dañar ningún ego”. De nuevo, la idea de concienciarse de que nadie es indispensable. “Es importante también estar con los pies en la realidad”, concluye Ontañón, “y la realidad es el trabajo y todo lo que no es trabajo, porque antes o después vas a estar fuera. Y como estés desconectado de la realidad, vas a tener un problema serio en tus relaciones personales, en tu relación día a día y en la vida normal. Entonces, esta desconexión no deja de ser una desconexión del trabajo y una reconexión de todo lo que no es el trabajo, pero que es una parte fundamental de la vida”.
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