La Consejería de Salud de Cantabria ha sido reconocida como Administración Pública del Año en el marco de la celebración de los CIO 100 Awards Spain 2024. Rocío Montalbán, subdirectora general de Transformación Digital y Relaciones con los Usuarios del Servicio Cántabro de Salud, ha sido la encargada de recoger el galardón concedido por su liderazgo y saber hacer en materia de transformación digital.
La Consejería de Salud de Cantabria, a través del Servicio Cántabro de Salud, se enfrenta a desafíos significativos en materia sanitaria en la región, como el envejecimiento poblacional, el aumento de enfermedades crónicas y la necesidad de asegurar la equidad en el acceso a los servicios sanitarios. En este escenario, la digitalización de la salud está ofreciendo una respuesta integral a estos retos, permitiendo transformar el modelo de atención, superar barreras geográficas, optimizar el uso de los recursos, empoderar a la ciudadanía en el manejo de su salud y, en definitiva, mejorar la prevención y la calidad en la asistencia.
Para ello, Cantabria ha impulsado un Plan de Salud Digital 2024-2027 con el firme propósito de consolidar la región como un referente en la implementación de tecnologías digitales en la atención sanitaria. Desde la propia planificación y diseño, hasta la implementación tecnológica y la gestión del cambio, está siendo un proceso colaborativo que aúna esfuerzos de profesionales sanitarios, la industria TIC y la ciudadanía. Así lo ha corroborado en entrevista para CIO España Montalbán. “Se han celebrado jornadas de cocreación y hemos promovido un comité de seguimiento convencidos de que juntos tenemos más fuerza para implementar los cambios”.
La salud, insisten desde la Consejería, es el pilar fundamental sobre el cual se construye el bienestar y el desarrollo de nuestra sociedad. “Un sistema de salud robusto y eficiente no solo mejora la calidad de vida de la ciudadanía de Cantabria, sino que también impulsa el desarrollo del estado del bienestar y el crecimiento de la región”. En este sentido, el Plan de Salud de Cantabria, en proceso de aprobación, ya recoge un capítulo específico para la salud de futuro y la salud de valor, además de reflejar, de manera transversal, el apoyo de la digitalización para el impulso de las actuaciones y la sostenibilidad del sistema.
Esta hoja de ruta, detalla Montalbán, se concibe estrechamente ligada a la Estrategia de Genómica en Cantabria y la Estrategia de Enfermedades Raras de la región. De esta manera, se logra una gran coordinación de las actuaciones estratégicas en el entorno sanitario con su consiguiente reflejo en la transformación digital. Ponen el foco así en la colaboración, la innovación y la mejora continua, buscando alinear las tecnologías de la información (IT) con los objetivos estratégicos de la Consejería.
Piedras angulares del plan
Entre las medidas y enfoques adoptados por el Servicio de Salud Cántabro cabe destacar la estrecha colaboración entre TI y el negocio y la alineación de proyectos con la estrategia global a partir de un “modelo de gobernanza participativa que promueve la comunicación bidireccional entre los profesionales de TI y los equipos funcionales”. Esto, sostiene la representante institucional, se logra a través de un comité de dirección colaborativo que evalúa nuevos proyectos y fomenta la generación de ideas, asegurando que las iniciativas tecnológicas permanezcan en sintonía con las necesidades generales. “Esto incluye la gestión de la demanda de tecnologías, la capacitación del personal y la mejora de la interoperabilidad”, afirma Montalbán.
Asimismo, se busca la incorporación de la innovación de forma continua. Se impulsa la innovación y el emprendimiento interno mediante la creación de espacios para la colaboración y el fomento de la creatividad, así como mediante el desarrollo de programas de incentivos para el personal que participe en proyectos innovadores. Esto, defiende Montalbán, “fomenta un ambiente propicio para el desarrollo de nuevas ideas y soluciones”.
Siguiendo esta misma estela, la sostenibilidad y la promoción de la competitividad regional también ocupan un lugar destacado. “La digitalización ayuda a superar barreras geográficas y optimizar recursos, promoviendo la telemonitorización y el acceso remoto para garantizar una atención continua y de calidad”. En este sentido cabe destacar que la estrategia incluye la evaluación y certificación de modelos de robotización y de inteligencia artificial (IA), eliminando trabajos burocráticos de bajo valor añadido y asegurando que se implementen de manera segura y fiable. Además, se busca alcanzar un nivel de madurez tecnológica que permita a la organización estar a la vanguardia en la prestación de servicios de salud.
Para lograrlo, la Consejería ha aprobado una partida presupuestaria para 2025 que asciende a 1.222 millones de euros. Así, las actuaciones recogidas en el Plan de Salud Digital están financiadas tanto con fondos propios (especialmente para infraestructuras, comunicaciones, mantenimiento de aplicaciones informáticas de apoyo a la labor asistencial y de gestión) como con programas FEDER, financiación procedente del convenio con Farmaindustria y fondos procedentes del Perte para la Salud de Vanguardia.
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Beneficios perseguidos
Con la puesta en marcha de esta estrategia regional en el ámbito de la salud, la Consejería cántabra persigue una serie de beneficios globales: la sostenibilidad del sistema mediante la mejora en la gestión de recursos, reduciendo costes operativos y apostando por la asistencia sanitaria basada en valor; la calidad de la atención, apostando por la atención personalizada y el apoyo a la práctica clínica, con información ordenada para apoyo al diagnóstico y al tratamiento, también a partir de IA; la mejora de procesos y optimización de flujos de trabajo; la satisfacción de la ciudadanía y la promoción del Estado de bienestar; la mejora de la experiencia del profesional sanitario y de pacientes y la promoción de la innovación y la investigación.
Objetivos, retos y lecciones aprendidas
En palabras de Montalbán, los objetivos principales del proyecto no eran otros que “modernizar la infraestructura tecnológica y la ciberseguridad del sistema sanitario cántabro, así como lograr una atención sanitaria personalizada, mejorar la prevención y la participación de pacientes y fomentar la innovación en salud”. Para alcanzarlos, la Consejería ha tenido que sortear una serie de retos tales como: asegurar la interoperabilidad y la privacidad de los datos de los pacientes y adaptar la cultura corporativa a los requerimientos de la transformación digital.
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Durante el proceso, han sido diversas las lecciones aprendidas. Así lo revela la subdirectora general de Transformación Digital de la Consejería de Salud de Cantabria. “La capacitación continua es clave; implementar programas de formación desde el inicio para asegurar que todos los profesionales estén preparados para las nuevas tecnologías es fundamental”. Además, sostiene, “involucrar a pacientes y ciudadanía en el diseño y prueba de soluciones para mejorar la aceptación y establecer un sistema de retroalimentación para ajustar el plan en tiempo real y promover la evaluación continua ha sido clave”.
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