El ecosistema tech podría resumirse, muy a grandes rasgos, en dos categorías: quienes desarrollan la tecnología y quienes la usan. Aun a riesgo de caer en una simplificación excesiva, este esquema sirve para entender dónde se sitúan los grupos de usuarios. Estas organizaciones sirven como enlaces entre las dos categorías e, incluso, dentro de cada una. Unos nexos de unión que se encargan de escuchar lo que se dice desde ambas partes para, después, transmitirlo a quien corresponda.
Los grupos de usuarios han ido de la mano del propio desarrollo informático: casi desde que aparecen los primeros mainframes surgen estas organizaciones. Habitualmente se acredita como primera asociación de este tipo SHARE, creada en 1955 por clientes del negocio de computadores de este tipo de la marca IBM. De la misma época es DECUS, fundada en 1961 por usuarios de la tecnología de la ya extinta DEC. Desde aquellos días han ido multiplicándose, apareciendo grupos en distintos países o regiones y especializándose por aplicaciones en concreto.
Entre las grandes tecnológicas y su clientela
España cuenta con varias organizaciones de este tipo. De 1989 data SPOUG, siglas de Spain Oracle Users Group, que surge por aquel entonces con la denominación Círculo de Usuarios Oracle de España o CUORE. Óscar García, su gerente, sintetiza la función de este tipo de asociaciones dentro del ecosistema tecnológico como “un papel de cohesión, de pegamento”. Esta misión no se limita a vincular a clientes, partners y fabricante, sino que también busca “generar conversaciones y sinergias, facilitar el entendimiento entre todos ellos”.
Cuando habla de estas relaciones, García explica que no son unidireccionales: no van de usuarios a Oracle o viceversa, sino que también se dan entre los propios partners o clientes e incluso dentro del propio fabricante. “Somos ese ese elemento conductor”, ahonda, “para que todos esos stakeholders funcionen de una manera un poco más organizada o que se comuniquen entre ellos sin miedos, de una forma no tan rígida”. Ante los procedimientos o protocolos más rígidos que puede haber en otras organizaciones o empresas, una asociación tipo SPOUG, defiende, facilita “un proceso de comunicación mucho más directo”. En resumen: “Una simplificación de la comunicación”.
Desde 2008 funciona en España la International Association of Microsoft Channel Partners o IAMCP. Su presidente, Francisco Racionero, sintetiza el objeto de la organización como “ayudar al crecimiento de nuestros asociados, a generar negocio a través del fabricante del que todos somos partners”. Este papel de beneficio mutuo implica tanto tratar de trasladar las estrategias que tiene Microsoft y ayudar a las organizaciones asociadas a comprender su tecnología como de organizar esos flujos de trabajo con los propios responsables de cada una de las áreas del gigante.
Racionero destaca, además, una segunda parte, “que es casi tan importante”, señala: “La capacidad que tenemos de networking entre nosotros”. Entre los cerca de 150 partners de Microsoft de distintos tamaños que forman parte del grupo español de la IAMCP “se generan unas sinergias muy interesantes”, apunta. Pone varios ejemplos: empresas de consultoría grandes que son más generalistas y no tienen capacidades de nicho de las que se pueden beneficiar a través de organizaciones más especializadas que les puedan apoyar. O también empresas que quieren crecer y que se apoyan en otras compañías para así trabajar conjuntamente. “Somos el canal más especializado”, sintetiza.
Para fomentar este tipo de relaciones, tanto IAMPC como SPOUG cuentan con un congreso o evento anual, en el que facilitan esa interrelación entre las empresas y las personas u organizaciones que emplean su tecnología a través de una serie de presentaciones, sesiones o encuentros directos. Además, realizan a lo largo del año talleres online o webinars a través de los que profundizar en herramientas o temáticas concretas, según las necesidades que detecten entre sus empresas asociadas.
También en España opera AUSAPE, la asociación de usuarios de SAP España. Desde su equipo de comunicación sintetizan su papel en la línea de los otros grupos: “Nuestra aportación es servir como un punto de encuentro independiente entre todos los usuarios de SAP en España, tanto los asociados de pleno derecho (usuarios finales) como los colaboradores especiales (partners, implantadores, consultoras)”. Desde la organización aspiran a “contar con toda la base instalada de SAP en nuestro país”, para así poder “representar mejor al ecosistema”.
Cómo pueden ayudar al trabajo del equipo de TI
En este doble juego de dar voz e intentar ayudar, una de las relaciones clave es la que se establece con los o las CIO, líderes de proyectos TI en los que puede ser especialmente útil esa visión experta y colaboración. Racionero expone cómo, en esos casos, se hace un acompañamiento a través del cual se establece qué intereses tiene la persona nueva, para así orientarla y crear lazos. Muy habitualmente, se traducen en negocios. Desde AUSAPE explican que son habitualmente estos cargos los que tienen un papel activo en su junta, grupos de trabajo y delegaciones territoriales. “Pero eso no significa que AUSAPE sea sólo una asociación de CIOs; al contrario, siguiendo la política de SAP de ampliar su foco, nos dirigimos a todos los directivos de alto nivel que toman decisiones en otras áreas”, añaden. “SAP está cada vez más imbricado en la toma de decisiones de negocio, y nosotros queremos estar también ahí”.
A la hora de desarrollar proyectos TI, su trabajo se centra en “la compartición de conocimientos y experiencias”, que se canaliza a través de esos grupos de trabajo y y delegaciones. Además, en la línea de SPOUG y la IAMCP, cuentan con un Fórum anual, en el que se plantean casos de éxito. “El abanico de proyectos es amplio: mucha migración a SAP S/4HANA, pero también transformación digital, sostenibilidad, etcétera”.
El papel de los grupos ha experimentado alguna evolución desde su creación, como constata García. “Antes esta asociación era un portavoz de quejas. Era decir: ‘No funciona nada, falla todo, tengo este problema, tráeme al comercial que le voy a cantar las 40’. Ahora ejercemos esa portavocía desde un punto de vista positivo”. No son únicamente la cara visible de la parte usuaria, sino “actores principales para resolver esos problemas”: son una vía para aportar valor. “En ningún caso somos un lobby de presión”, concluye Racionero. “Remamos todos en la misma dirección”.
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