El Ministerio de Ciencia, Innovación y Universidades robustece su infraestructura ‘cloud’

El Ministerio de Ciencia, Innovación y Universidades adjudica a Ayesa el contrato relativo a la Infraestructura como Servicio (IaaS) en modo nube privada. Con este paso adelante la entidad pública aspira a robustecer su propia infraestructura cloud, así como la de la Agencia Estatal de Investigación. En concreto, el proveedor se ocupará de reforzar durante los próximos años sus servicios de infraestructura y sistemas TI, supervisando desde la computación, el almacenamiento cloud, las comunicaciones, el respaldo o la seguridad, hasta el soporte de los sistemas, su explotación, operación, mantenimiento, interconexión, gestión de red, gestión de la seguridad o administración.

El servicio se ofrece en modalidad de nube privada e incluye la provisión de toda la infraestructura, recursos, licencias y actuaciones necesarias para cubrir las necesidades y requerimientos de los sistemas de las entidades gubernamentales. Así, Ayesa se ha centrado en el desarrollo de alta tecnología de virtualización, infraestructura y seguridad con dos data center en alta disponibilidad, comunicados por una tipología de red en anillo que garantice el 100% de la operativa del cliente. Para lograrlo, Ayesa ha implicado a un equipo cercano a los 70 profesionales con certificaciones y formación continua.

Puntos de mejora

Este proyecto aporta cuatro claros puntos de mejora al funcionamiento de los sistemas del Ministerio de Ciencia, Innovación y Universidad. El primero de ellos, la alta disponibilidad y fiabilidad para asegurar que las operaciones no se vean interrumpidas. También, y relacionado con el punto anterior, la seguridad y el cumplimiento normativo, reduciendo los puntos únicos de fallo y facilitando políticas de seguridad robustas. En este sentido, la redundancia y recuperación ante desastres minimizan el tiempo de inactividad y las pérdidas económicas.

En tercer lugar, la escalabilidad y flexibilidad. La infraestructura permite escalar las operaciones y requerimientos de proceso necesario según las necesidades del negocio, asegurando que el crecimiento de la demanda no afecte la calidad del servicio. Finalmente, mejora en el desempeño y la eficiencia. Con una infraestructura diseñada específicamente para las necesidades del cliente se optimiza el desempeño de los servicios, ofreciendo tiempos de respuesta técnicos más rápidos y una experiencia de usuario superior.