¿Es el CIO un mero ejecutor de decisiones que toman otros directivos de negocio o tiene verdadera influencia en el rumbo de la organización para la que trabaja? ¿Y están preparados estos perfiles para navegar en un nuevo contexto marcado por el auge de la inteligencia artificial y, en concreto, de los agentes de IA con la disrupción que conlleva este cambio de paradigma? Sobre estos interrogantes, nada banales en la agenda de los máximos responsables de la estrategia y la innovación tecnológica y empresarial de las organizaciones, trataron de aportar luz los ponentes y directivos asistentes al CIO Executive Summit 2025, organizado los días 9 y 10 de junio en Segovia por la comunidad CIO Executive by Foundry Spain.
Tras una breve bienvenida de Fernando Muñoz, director del CIO Executive by Foundry, en la que puso en valor la labor de una comunidad de directivos de TI de sabor español que cumple 10 años de vida este 2025, Alberto Bellé, analista de mercado y coach, inició una sesión catártica en la que los asistentes desvelaron cómo están encajando las curvas que vienen con el auge de la automatización y cuáles son los grandes desafíos que afrontan en su día a día en un escenario que no sólo es cambiante y complejo a nivel tecnológico, sino también organizativo e incluso geopolítico.

FOUNDRY. En la imagen, Fernando Muñoz, director del CIO Executive by Foundry Spain.
“El CIO debe ganar influencia en su organización y participar de forma clara en la toma de decisiones, no sólo ejecutar los planes que directivos de otras áreas del negocio definen. Que estos perfiles consigan una mayor presencia e influencia es clave para, a fin de cuentas, tener más impacto”, recomendó Bellé. Ser muy conscientes de la realidad, disponer de una “actitud de experimentar”, de estar presentes y adaptar el lenguaje para acercarlo al negocio –un aspecto que sigue siendo un desafío– fueron algunos de los consejos del analista. “Es importante que el CIO esté donde quiere estar porque el mundo cambia muy rápido”, afirmó.
Por parte de los CIO, fueron muchos los que reconocieron verse en una posición de toma de decisión fuerte en sus organizaciones, muchas de las cuáles impulsan desde hace años la transformación tecnológica desde el más alto nivel, pero también otros señalaron las dificultades que afrontan en un día a día en el que la tecnología, en ocasiones, sigue teniendo una percepción negativa en sus empresas por la profunda disrupción que implica en los procesos, un aspecto especialmente complejo de gestionar en compañías con una gran historia y todo un legacy tecnológico detrás.

FOUNDRY. En la imagen, Juan Antonio Relaño, presidente del CIO Executive by Foundry.
La complejidad de gestionar las elevadas expectativas que el consejero delegado y otros directivos de negocio albergan en la actualidad en torno a la IA, una tecnología en plena ola ascendente tras la irrupción de ChatGPT y otros modelos conversacionales y los agentes autónomos, pero que aún no tiene la madurez necesaria para que las corporaciones la abracen sin cortapisas, fue otro de los temas comentados en el foro.
La conveniencia de que los CIO formen parte del comité de dirección de sus compañías fue otro de los asuntos que salieron a escena. No obstante, “la influencia no sólo se gana perteneciendo al comité de dirección, sino realizando un trabajo constante y siendo capaz de generar una transformación tecnológica de alto impacto y a largo plazo”, reflexionó una de las participantes. El gran reto, añadió otro, es “mantener la capacidad de influencia cuando se producen cambios generacionales”. Aunque, reconoció otro directivo, “desde que tener influencia me obsesiona menos, consigo tener más”.

Foundry. En la imagen, el analista y coach Alberto Bellé.
“El CIO debe ganar influencia en su organización y participar de forma clara en la toma de decisiones“
Alberto Bellé
Análisis del contexto económico desde un prisma liberal
Daniel Lacalle, doctor en Economía, profesor de Economía Global y Finanzas, gestor de fondos de inversión y autor de libros como El nuevo orden económico mundial, que acaba de publicar, ofreció su visión sobre el panorama económico global actual. El ponente, siempre provocador, inició así su intervención: “Se habla mucho de la guerra como uno de los factores que más incertidumbre generan en economía, pero lo que realmente importa para ésta es la cantidad y el precio del dinero, que es, por otro lado, un reflejo de la capacidad crediticia. Porque los Estados se financian administrando la deuda pública, que es dinero”.
El economista aseguró que “ahora es cuando nos estamos dando cuenta de que lo que hemos vivido en los últimos 25 años, el concepto de multilateralismo o globalismo nunca ha existido. Jamás”. Lacalle se mostró sorprendido del “cataclismo mediático” provocado por las medidas tomadas por la Administración Trump en Estados Unidos. “Los aranceles no son una novedad, sino la norma del comercio global. Porque no vivimos en un mercado de comercio libre sino decidido por Gobiernos”, añadió, recalcando que “el sistema de comercio mundial es profundamente injusto”.
“En ese espejismo del multilateralismo, lo que hemos hecho es crear normas para todos los países, con una adicional: que hay uno que no las cumple, y ese es China”. Este incumplimiento de los acuerdos de comercio mundial por parte de China, según reflexionó el experto, se ha permitido a cambio de que las empresas occidentales pudieran establecerse en un mercado que, por otra parte, ahora se está viendo que, “excepto en tres lugares, es extremadamente pobre”. De ahí proviene, aseveró, el cambio geopolítico que se está produciendo respecto a China, apuntó Lacalle, “que no es nuevo, sino que se remonta al Gobierno de Obama en Estados Unidos”. Un movimiento que responde a un “objetivo de desacoplamiento tecnológico, energético y financiero de China”.

FOUNDRY. En la imagen, el economista Daniel Lacalle.
“Europa carece de gigantes tecnológicos porque no se ha presentado a la batalla de las TI”
Daniel Lacalle
El economista cree que hay que ver la “rabieta arancelaria de Estados Unidos” como “una negociación geopolítica para eliminar barreras comerciales manipuladas por los Estados”. “Lo que hace Estados Unidos –ejemplificó el experto– es lo mismo que los CIO hacen con sus suministradores”. “Al final, lo que el mundo tendrá que elegir será entre la planificación y el control social de China o el sistema de libertad de empresas e individuos y de contrapesos”.
“¿Y qué ocurre con la UE –se preguntó Lacalle–, “el mayor éxito político, económico y social de la historia?”. Que, en su opinión, es un mercado “que no tiene problemas de capital financiero, humano, empresarial o comercial, pero sí un exceso de regulación. Estados Unidos y China nos ven como el museo del mundo”. Disminuir la regulación, solventar la elevada deuda pública y crecer son las recetas que recomienda el economista para un espacio que “carece de gigantes tecnológicos porque no se ha presentado a la batalla de las TI”.
Respecto a España, Lacalle mencionó los problemas de productividad que achaca el país, la falta de inversión empresarial, los desafíos que implica ser un país “ya no de pymes sino de microempresas” y el “gigantesco déficit público”. Afortunadamente, recalcó, España cuenta con aspectos loables como el prudente comportamiento de sus empresas desde la pandemia, el aumento de su capacidad de exportación, el enorme talento del que dispone –aunque, matizó, “la fiscalidad hace imposible que una startup tecnológica se convierta en empresa”– y la potencia de sus sectores turístico y financiero. “La gran reforma pendiente en España es la del sector público”, concluyó.
La voz de la experiencia con José María Tavera
José María Tavera compartió con los miembros del CIO Executive una mirada personal y profunda sobre su extensa trayectoria profesional, centrada en las vivencias, aprendizajes y perspectivas que ha acumulado a lo largo de más de 40 años dedicado al desarrollo y gestión de las tecnologías digitales.
Ingeniero de Telecomunicación por la Universidad Politécnica de Madrid (1975-1981) y PADE por el IESE (2003-2004), José María Tavera desarrolló su actividad durante 15 años en IBM (1983-97) en diversas posiciones técnicas y de gestión en España y Estados Unidos; su última responsabilidad fue la de ejecutivo del área de servicios para los clientes de los sectores de telecomunicaciones y utilities. Posteriormente estuvo en Telefónica desde 1998 hasta 2009, en la organización de Tecnologías de la Información, siendo el CIO del grupo durante los últimos 5 años. En 2010 fue nombrado CIO del grupo Acciona, posición que ocupó hasta 2018.
Tavera se refirió a la digitalización como un motor de cambio fundamental que está transformando la sociedad y la economía, creando un entorno mucho más complejo y dinámico. “Lo que más me duele es que la complejidad no es reconocida por la sociedad; la perciben como un supuesto, algo que simplemente está ahí, sin cuestionarlo. No hemos sido capaces de explicarla, de hacerla visible, de traducirla en un lenguaje que conecte con la gente”.

FOUNDRY. En la imagen, José María Tavera.
“Resiliencia es, en el fondo, una forma elegante de decir que esto sigue funcionando”
José María Tavera
A lo largo de su trayectoria profesional, José María Tavera ha tenido muy claro que la experiencia no es una acumulación de años, sino como un proceso continuo de aprendizaje, reflexión y evolución personal. “Cada vivencia ha sido una oportunidad para crecer, fortalecer mi mentalidad de mejora constante y enfocar mis decisiones hacia un impacto real en el negocio”. Es un convencido del desarrollo del talento como “un motor de transformación; por eso, he trabajado activamente en construir equipos diversos, autónomos y alineados con los objetivos estratégicos”.
Este CIO retirado habló también de la gestión del riesgo como algo adherido a la figura del CIO. “Identificamos amenazas tecnológicas, anticipamos disrupciones, evaluamos impactos y proponemos respuestas. Pero también gestionamos el riesgo de no avanzar, de no invertir en capacidades digitales, de no desarrollar el talento adecuado. Ser CIO hoy es entender que cada decisión tecnológica es una decisión de negocio, con riesgo implícito”. Terminó su exposición con una frase lapidaria y clara: “Resiliencia es, en el fondo, una forma elegante de decir que esto sigue funcionando”.
Tavera finalizó su ponencia sobre la inquietud que escucha cada vez más entre los CIO: ¿seguiremos teniendo este rol dentro de 10 años? Su respuesta es simple: “¿A quién le importa?” Para Tavera hay que preguntarse menos por el futuro del cargo y más por la relevancia de lo que estos perfiles hacen. Eso sí, “hay que saber llegar con respeto, ejercer con responsabilidad e irse con dignidad”.
Una lección de vida
Irene Villa, periodista, escritora y víctima de un atentado terrorista en su infancia, ofreció una emotiva charla en el encuentro, donde compartió su experiencia vital como una lección de superación. El 17 de octubre de 1991, cuando tenía solo 12 años, fue víctima de un atentado de ETA que le hizo perder las dos piernas y tres dedos de una mano. Su madre también resultó gravemente herida.
A pesar de las secuelas físicas y emocionales, Irene Villa subrayó la importancia de aceptar el dolor, adaptarse a lo inevitable y cultivar una actitud positiva. Lo que más le afectaba en su infancia no eran sus heridas, sino la compasión ajena. Siempre quiso que la vieran como una persona con sueños, energía y motivación, no como una víctima. “Al final no me importa cómo me ven los demás, lo que importa es cómo me veo yo. Si hay energía, motivación e ilusión y salud pues al final no hay nada que se te ponga por delante”. Insistió en que “el dolor es inevitable, pero el sufrimiento es opcional. Para mí es fundamental no sentirme víctima. Sufrimos por lo que no perdonamos; es importante perdonar”.
FOUNDRY. En la imagen, Irene Villa.
“El dolor es inevitable, pero el sufrimiento es opcional”
Irene Villa
Explicó que nadie está exento de vivir una tragedia, una enfermedad o un accidente, pero resaltó que el ser humano es resiliente y cree que la capacidad que tiene de permanecer inalterable pase lo que pase. “El ser humano es resiliente y capaz de mantenerse inquebrantable”.
No solo ha compartido su experiencia personal con el atentado que sufrió cuando era pequeña, sino que también ha mencionado otros momentos traumáticos que ha vivido a lo largo de los años, como una infección médica con la que tuvo que lidiar durante cuatro años, una caída de esquí grave que casi le dejó tetrapléjica y la pérdida de su cuarto embarazo. “Uno no sabe lo fuerte que puede llegar a ser hasta que tu única opción es ser fuerte, por eso si no puedes cambiar una situación, cambia tú”.
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