La gran mayoría de los clientes y operadores de centros de datos se preocupan por el impacto medioambiental de sus decisiones de TI, pero solo unos pocos invierten dinero en ello.
A pesar de que el 95% de los clientes y operadores de centros de datos se muestran preocupados por las consecuencias medioambientales, solo el 3% considera el medioambiente una prioridad en sus decisiones de compra, según una nueva encuesta realizada por el proveedor de almacenamiento Seagate.
Y aunque el 92% reconoce la importancia de prolongar el ciclo de vida de sus equipos de almacenamiento, solo el 16% lo considera un factor importante en la compra.
La falta de medidas en materia de sostenibilidad también se aplica a las decisiones relacionadas con la inteligencia artificial (IA), según el reciente informe State of Data Infrastructure Global Report de Hitachi Vantara. Entre las ocho prioridades clave para implementar con éxito la IA, la sostenibilidad ocupa el último lugar, y dos tercios de los responsables de TI no la incluyen entre sus tres principales preocupaciones.
El coste prevalece sobre las preocupaciones por la sostenibilidad
La discrepancia entre la preocupación por el medioambiente y la acción probablemente se deba a otros factores que los clientes priorizan al comprar equipos o servicios para centros de datos, afirma Jason Feist, vicepresidente sénior de Marketing en la Nube de Seagate.
“El dinero manda”, afirma. “El coste de adquisición domina la mayoría de los comportamientos de compra, y luego están los requisitos para garantizar que es capaz de alcanzar el objetivo”.
Los CIO y otros clientes de centros de datos suelen estar obligados por sus organizaciones a cumplir varios requisitos a la hora de elegir un proveedor, añade Jay Lawrence, director ejecutivo del proveedor de soluciones informáticas Equus Compute Solutions.
“Muchas organizaciones siguen centradas en el rendimiento, la rapidez de implementación y el coste, a menudo bajo la presión de obtener resultados rápidos”, afirma. “Sin embargo, el retorno de la inversión a largo plazo de las soluciones energéticamente eficientes es cada vez más difícil de ignorar”.
Incluso si los operadores de centros de datos y los consumidores aún no están motivados para cambiar sus decisiones de compra, los defensores del medioambiente afirman que las demandas de energía y almacenamiento de las implementaciones de IA obligarán a estos grupos a reconsiderar su postura. La Agencia Internacional de la Energía prevé que la demanda de energía de los centros de datos se duplicará con creces entre 2025 y 2030, con la IA como motor del aumento.
“Las cargas de trabajo de la IA exigen una densidad informática sin precedentes y, sin una infraestructura y unas estrategias energéticas eficientes, la huella medioambiental puede crecer rápidamente”, sostiene Lawrence.
Avances
Las discrepancias en la encuesta de Seagate sorprenden a Jenny Gerson, directora sénior de Sostenibilidad del operador de centros de datos DataBank, con sede en Estados Unidos y Reino Unido. Según ella, varias grandes empresas de TI de Estados Unidos tienen objetivos de sostenibilidad muy estrictos y exigen a los operadores de centros de datos que cumplan sus requisitos.
Existe una fuerte demanda de certificados de energía renovable por parte de los operadores de centros de datos estadounidenses, afirma, y un grupo del sector de las TI denominado iMasons Climate Accord está presionando a las empresas de TI y a los operadores de centros de datos para que alcancen emisiones netas de carbono cero.
DataBank lleva aproximadamente una década ofreciendo opciones de energía verde y, al principio, se trataba más de una estrategia de marketing que de una iniciativa impulsada por la demanda, afirma Gerson.
“Antes de que fuera un requisito, algunos clientes pensaban que era algo ‘que estaría bien tener’”, afirma. “Obviamente, sigue siendo bueno poder promocionar lo renovables que somos; sin embargo, se ha convertido mucho más en un requisito contractual”.
Aunque la encuesta de Seagate muestra poco interés en cambiar las prácticas de adquisición, la sostenibilidad se ha convertido en un tema central en Europa, impulsada en parte por la normativa, afirma Kevin Dunn, vicepresidente y director general para la región EMEA de Wasabi, un proveedor de almacenamiento en la nube.
Aun así, muchos líderes empresariales de Europa occidental temen que la divulgación de los datos sobre las emisiones de sus empresas provoque una reacción negativa por parte de los clientes. Una reciente encuesta de Wasabi reveló que casi la mitad de los líderes empresariales temen conocer el alcance total de sus datos sobre emisiones, y el 61% teme la reacción pública si sus emisiones son demasiado elevadas.
Muchos CIO se enfrentan a dificultades con su impacto medioambiental, afirma Dunn, ya que calcular su huella de carbono es un proceso complejo. A los CIO les resulta difícil determinar su huella de carbono cuando utilizan varios proveedores de electricidad en diferentes regiones.
“Analizar las cifras reales de consumo eléctrico no es tan complicado, ya que los grandes proveedores de servidores te lo indican”, afirma. “Pero cuando se trata de la huella de carbono, la cosa cambia por completo”.
Los CIO pueden impulsar el cambio
Aunque es difícil calcular la huella de carbono de una organización, los CIO y los responsables de compras de TI que intentan reducir su impacto medioambiental pueden influir en los operadores de centros de datos, según los expertos.
“Los clientes tienen mucho peso”, afirma Feist, de Seagate. “No hay que subestimar el poder de la retroalimentación de los CIO. Las grandes cuentas en la nube son organizaciones obsesionadas con el cliente, por lo que escuchan y reaccionan”.
Aunque DataBank comenzó a utilizar energías renovables hace años, la demanda de los clientes puede empujar a más operadores de centros de datos a seguir su ejemplo, afirma Gerson. “Sin duda, si existe la obligación de adquirir energía renovable, la adquiriremos”, añade.
Los CIO deben presionar a los operadores de centros de datos para que sean transparentes sobre su consumo energético y su huella de carbono, afirma Dunn, de Wasabi. El mejor momento para ejercer presión es durante las negociaciones de adquisición, añade, ya que los CIO que tienen contratos a largo plazo con los operadores de centros de datos tienen menos influencia.
“Si se trata de una adquisición importante, los proveedores de esos servicios o equipos deben estar obligados a ofrecer una imagen completa y transparente”, afirma. “Instamos a todos los clientes a que ejerzan ese nivel de presión en el momento de la adquisición y no después, cuando ya no tienen influencia”.
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