Nadie quiere malgastar dinero en servicios en la nube. Pero al no abordar plenamente una serie de cuestiones básicas, muchos responsables de TI malgastan fondos en servicios en la nube que podrían utilizarse para apoyar otros proyectos e iniciativas importantes, especialmente a medida que la inteligencia artificial (IA) llega para alterar la ecuación económica de la nube.
¿Está su organización desperdiciando dinero innecesariamente en servicios en la nube? A continuación, se ofrece un resumen rápido de las formas más comunes en que se gestionan mal los gastos en la nube.
1. Mala gestión y optimización de los recursos
Los costes excesivos de la nube empresarial suelen ser el resultado de una gestión ineficiente de los recursos y de una falta de optimización. Los recursos infrautilizados y/o sobreaprovisionados son uno de los principales factores que contribuyen a los elevados costes de la nube, afirma Shreehari Kulkarni, consultor principal de la empresa global de investigación y asesoramiento tecnológico ISG.
“Las empresas suelen adquirir recursos en la nube, como instancias de computación, almacenamiento o capacidad de bases de datos, que no se utilizan en su totalidad y, por lo tanto, pagan por más servicios de los que realmente necesitan, lo que conduce a una infrautilización”, afirma. Muchas empresas también sobreestiman los recursos necesarios, lo que lleva a aprovisionar instancias más grandes y caras de lo necesario, provocando un sobreaprovisionamiento.
Kulkarni cree que la gestión ineficiente de los recursos suele atribuirse tanto al cliente como al proveedor. Los proveedores de servicios en la nube suelen ser responsables de determinadas tareas, como el suministro de las herramientas adecuadas para la gestión de costes en la nube, así como la previsión, la presentación de informes y la transparencia de los costes. Sin embargo, la mayor parte de la responsabilidad recae en los clientes, que deben aprovechar esas herramientas y prácticas de manera eficaz, al tiempo que abordan las prácticas de optimización de costes mediante la gobernanza, el apoyo de los directivos y la aplicación de políticas.
Básicamente, la gestión de costes de la nube es una responsabilidad compartida entre la empresa y el proveedor, afirma Kulkarni. “Las empresas deben ser proactivas y optimizar continuamente su infraestructura en la nube, mientras que los proveedores deben seguir mejorando las herramientas y el soporte que proporcionan”.
2. Gastos imprevistos en IA
Uno de los retos más recientes y mayores en cuanto a costes de la nube es aprender a desarrollar y gestionar correctamente los modelos y agentes de IA en la nube.
“Es posible que los desarrolladores de aplicaciones no tengan en cuenta las exigencias de memoria y procesamiento necesarias para operar modelos de IA privados en servicios en la nube”, explica Troy Leach, director de Estrategia de Cloud Security Alliance, una organización sin ánimo de lucro que promueve el uso de las mejores prácticas en la nube. “Como anécdota, he oído hablar de casos en los que se ha recurrido a empresas de consultoría para optimizar el uso de modelos de IA porque el coste de los recursos aumentó en cientos de miles de dólares debido a la falta de planificación previa”.
3. Una mala estrategia de transformación digital
Los costes excesivamente altos de la nube a menudo se deben a ineficiencias incurridas durante las iniciativas de transformación digital, dice Bakul Banthia, cofundador de Tessell, un proveedor de bases de datos como servicio nativas de la nube. Migrar a la nube sin comprender completamente los requisitos de carga de trabajo u optimizar las arquitecturas de bases de datos puede conducir a un exceso de aprovisionamiento y a la expansión de recursos, advierte.
“A medida que las organizaciones se modernizan, la integración de herramientas que supervisan y gestionan los costes en entornos multinube o híbridos se vuelve fundamental para mantener los costes bajo control”, afirma.
Tanto los proveedores como los clientes desempeñan un papel en la planificación eficaz. “Los clientes pueden subestimar la complejidad de la gestión de los recursos en la nube durante los esfuerzos de transformación digital, lo que conduce a ineficiencias”, afirma Banthia. “Los proveedores, por otro lado, a veces encierran a los clientes en modelos de precios específicos o servicios de los que es costoso salir”.
Estos desafíos ponen de relieve la importancia de planificar la flexibilidad y evitar el compromiso excesivo con el ecosistema de un único proveedor.
4. Dependencia de un proveedor y falta de reevaluación periódica
Al comparar los costes de la nube, es importante evaluar no solo el precio inicial, sino también factores a largo plazo como la eficiencia operativa y el riesgo de dependencia de un proveedor.
“Evalúe si las cargas de trabajo pueden trasladarse fácilmente entre proveedores o escalarse a través de diferentes plataformas”, aconseja Banthia. Utilice simulaciones de cargas de trabajo y analice el coste total de propiedad en diferentes escenarios para obtener una imagen clara de las soluciones más rentables.
Los servicios en la nube deben reevaluarse al menos trimestralmente, especialmente durante los períodos de transformación digital, cuando las cargas de trabajo y las necesidades de infraestructura evolucionan rápidamente, recomienda Banthia. “Las auditorías periódicas ayudarán a descubrir costes ocultos, como recursos huérfanos o bases de datos infrautilizadas”, observa. “Esto garantiza que las organizaciones puedan adaptar sus estrategias en la nube en tiempo real, reduciendo el riesgo de gastos innecesarios o de depender de servicios inflexibles”.
5. Adoptar la nube sin una estrategia definida
La ausencia de un plan claro para implementar, mantener y expandirse en la nube es una de las principales razones del aumento de los gastos. “Sin una estrategia de nube bien definida y fiable, los costes pueden descontrolarse rápidamente”, afirma Karina Myers, responsable de Prácticas del Lugar de Trabajo Moderno en Centric Consulting. “Esto es especialmente cierto cuando no se ha realizado un análisis exhaustivo del coste total de propiedad y de FinOps para maximizar el valor empresarial de las inversiones en la nube y permitir una toma de decisiones oportuna y basada en datos”.
Una estrategia de nube bien definida proporcionará una sólida justificación empresarial al evaluar las implicaciones financieras junto con los principales motivadores y los resultados empresariales deseados, afirma Myers. “Este enfoque estratégico guía a los líderes a través de su viaje de transformación en la nube, asegurando una toma de decisiones informada y alineada con los objetivos de la organización”.
Myers también hace hincapié en la necesidad de establecer una base sólida en la nube que soporte tanto las necesidades de implementación inmediatas como las cargas de trabajo futuras. “Esta base debe abordar los requisitos de seguridad, la gobernanza de la nube, el cumplimiento normativo, la continuidad del negocio y los estándares de automatización, garantizando un entorno de nube completo y sostenible”.
6. Mala alineación y gestión
Hace años, cuando las empresas gestionaban centros de datos físicos como un gasto de capital, era relativamente fácil alinear las operaciones con la estrategia empresarial. “Es importante tratar la infraestructura en la nube con el mismo cuidado, alineándola y gestionándola cuidadosamente con un enfoque en los objetivos y resultados empresariales”, afirma Gerry Leitão, vicepresidente de Servicios Gestionados en la Nube del proveedor de software estadístico SAS.
Leitão recomienda un enfoque de la nube que sea a la vez centralizado y federado. “Es importante establecer barreras de seguridad en términos de uso para que los equipos puedan optimizar y cumplir con las reglas de gobernanza de la nube establecidas por su organización”, aconseja. “Si comprende los patrones de consumo de la nube de su organización y optimiza su uso de forma cuidadosa, puede aumentarlo y reducirlo a medida que cambien las demandas del negocio sin acumular una factura asombrosa”.
7. Sobreaprovisionamiento
Las empresas a menudo sobreprovisionan los servicios en la nube sin realizar primero las evaluaciones adecuadas, afirma Ankush Mathur, director de Tecnología de Techuz.com, desarrollador de aplicaciones web y móviles personalizadas. “Optimizar los recursos en función de las necesidades de las aplicaciones es esencial para evitar configurar recursos sobredimensionados”, afirma.
Mathur estima que las instancias reservadas pueden reducir los costes entre un 20% y un 40%. “La supervisión periódica de los servicios puede ayudar a identificar recursos innecesarios que pueden eliminarse”, señala. “Además, definir un umbral en el escalado automático puede evitar aumentos bruscos de los costes durante las operaciones de escalado”.
Los costes excesivos suelen surgir de una mala gestión por parte del cliente, como recursos mal configurados, falta de comprensión de los modelos de precios y estrategias de optimización deficientes, afirma Mathur. “Además, los proveedores pueden contribuir indirectamente al proporcionar estructuras de facturación complejas”.
Una supervisión ineficaz de la nube puede dar lugar a cargos innecesarios, advierte Mathur. “Por ejemplo, algunas aplicaciones de comercio electrónico amplían sus servidores el Black Friday, pero se olvidan de volver a reducirlos después, lo que genera gastos no deseados”.
8. Elegir el proveedor de nube equivocado
Los gastos excesivos en la nube a menudo se deben a la estructura de costes del proveedor de nube seleccionado, afirma Lenley Hensarling, asesor técnico del proveedor de bases de datos NoSQL Aerospike.
“Este problema surge cuando las organizaciones asumen que los precios son uniformes en todos los proveedores, o creen que los sistemas heredados pueden migrarse sin ajustes”, observa. “Para evitar gastos innecesarios es importante diseñar con una comprensión clara de las necesidades específicas de la carga de trabajo y alinearlas con la arquitectura del proveedor de la nube”.
La responsabilidad final suele recaer en el cliente, afirma Hensarling. “Mientras que los proveedores establecen modelos de precios complejos, depende de los clientes comprender estos modelos y diseñar las cargas de trabajo en consecuencia”, explica. “Pasar por alto factores como las tarifas de transferencia de datos o los descuentos por volumen a menudo conduce a un gasto excesivo”.
Reducir los costes de la nube requiere un enfoque estratégico, afirma Hensarling. “Empiece por analizar sus cargas de trabajo y seleccionar el proveedor de nube que mejor se adapte a ellas”. Con los sistemas heredados puede ser necesario rediseñar componentes específicos. “En configuraciones híbridas y multinube, alinee las cargas de trabajo con las fortalezas y los modelos de precios de cada entorno, minimizando al mismo tiempo los costes de transferencia de datos entre plataformas”, concluye.
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