Para quienes no estén familiarizados con el nombre, Thyssenkrupp es un conglomerado de compañías alemanas especializadas en ingeniería industrial y producción de acero. En los últimos años, la organización ha descubierto cómo encarar uno de los grandes desafíos que acechaba a la industria: la falta de talento cualificado. Para ello, como viene siendo habitual en los tiempos modernos, la compañía ha recurrido a la tecnología, en este caso, a la inteligencia artificial (IA) generativa. Así es como de la mano de Siemens y Microsoft la multinacional alemana compensa la escasez de trabajadores cualificados en el sector industrial.
En un pequeño rincón de la inmensa fábrica de Thyssenkrupp en la ciudad industrial de Chemnitz (Alemania), un ingeniero hablaba con una máquina. “Al principio solo le hablaba en inglés, pero hoy he descubierto que habla alemán bastante bien”, dice Marcus Schoenherr al emplear Siemens Industrial Copilot para programar y probar esta máquina. Industrial Copilot es un asistente generativo, basado en IA, desarrollado conjuntamente por ambos gigantes tecnológicos. En este sentido cabe destacar que el servicio Azure OpenAI de Microsoft potencia las capacidades del copiloto.
Esta escena es ya un habitual para Thyssenkrupp como parte de los esfuerzos de la compañía por compensar la escasez de trabajadores cualificados en el sector industrial en Alemania, Europa y muchos otros países, incluido Estados Unidos.
Schoenherr se sienta en un escritorio frente a la máquina de pruebas de baterías, que se encuentra encerrada en una caja de cristal del tamaño de un minibús, y el artilugio parpadea con luces rojas y verdes que iluminan las celdas que pasan por una cinta transportadora, mientras cámaras digitales y sensores miden y prueban cada una de ellas. Con el tiempo, estas células constituirán la fuente de alimentación de un coche o camión eléctrico. Si una célula falla, también lo hará toda la fuente de energía, lo que costará miles de euros al fabricante.
Anastasia Pivovarova para Microsoft
Schoenherr lleva ya varios meses trabajando con Siemens Industrial Copilot, impulsado por Azure OpenAI Service con GPT-4. Además, en colaboración con Siemens, Thyssenkrupp está adaptando el copiloto a los requisitos específicos de su maquinaria. En concreto, Siemens Industrial Copilot tiene dos facetas: Schoenherr se ha centrado en usar el copiloto de ingeniería, que le ayuda a crear el código de automatización que dirige el funcionamiento de la máquina. Por otro lado, la segunda faceta es el copiloto de operaciones. Éste facilita a los trabajadores e ingenieros comunicarse con la máquina mientras ésta se encuentra en funcionamiento. Si un paso en el proceso no funciona, el operador puede preguntar al Siemens Industrial Copilot qué es lo que está fallando, simplemente escribiéndole una pregunta. Así, el copiloto puede indicarle cómo resolver el problema. Eventualmente, el operador podrá comunicarse verbalmente con la máquina, utilizando el reconocimiento de voz del copiloto.
En este sentido, Industrial Copilot se alza como una herramienta que puede desplegarse en diferentes versiones para apoyar a los trabajadores en todo el proceso industrial, desde el diseño a la planificación, desde la ingeniería a las operaciones y los servicios. Además, los responsables en Thyssenkrupp también lo ven como una aplicación versátil que les gustaría aplicar de forma amplia.
Hacer frente a la escasez de mano de obra cualificada
Como muchos grandes fabricantes en Europa y otros lugares, Thyssenkrupp se enfrenta a desafíos que inspiran nuevas formas de pensar. “Nos enfrentamos a una escasez de trabajadores cualificados, no solo en Alemania sino también en Europa y Estados Unidos”, comenta Marcel Pfeiffer, director de Soluciones para Fábricas Digitales de Thyssenkrupp. “Queremos que los ingenieros con poca experiencia sean capaces de escribir código en poco tiempo. Además, buscamos aumentar la eficiencia a un nivel muy alto”.
Anastasia Pivovarova para Microsoft
Según afirma Pfeiffer, la multinacional tiene previsto implantar Siemens Industrial Copilot en su proceso estándar de desarrollo y fabricación en todo el mundo a lo largo del recién inaugurado 2025. En esta planta, que tiene una extensión mayor que un campo de fútbol, ingenieros y trabajadores construyen sistemas enlazados de máquinas para fabricar baterías de vehículos eléctricos. Estas líneas de montaje están destinadas a fabricantes de vehículos de Europa y Asia. Y, si bien Thyssenkrupp tiene previsto utilizar Industrial Copilot a nivel mundial, el copiloto operativo todavía se encuentra en fase de pruebas. “En el futuro, veremos la maquinaria como construcciones en constante cambio, ya que la tecnología avanza mucho más rápido que este sector”, explica. “Industrial Copilot, especialmente en ingeniería, será clave y ayudará a mantener el ritmo. En general, estoy convencido de que los copilotos de IA revolucionarán y cambiarán las reglas del juego de toda la industria”, concluye el ingeniero.
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