El trabajo híbrido es tendencia en España. Lo avalan las cifras del Instituto Nacional de Estadística (INE): mientras que antes de la pandemia desatada por la Covid-19 el teletrabajo impactaba en torno al 8% de los empleos, a cierre del primer trimestre de 2024 el 37,5% de las empresas ofrecían teletrabajo a su plantilla. De este último grupo, el 41% de las organizaciones cuenta en la actualidad con un modelo híbrido que conjuga presencialidad y remotidad, según datos del II Estudio Pluxee de Retos y Tendencias en RR.HH 2024.
Este es el caso de la compañía de servicios financieros ING en España que, con motivo de la celebración de la última edición de los CIO 100 Awards impulsada de manera conjunta por Foundry e IDC, resultó finalista por su particular modo de transformar el puesto de trabajo en aras de la conciliación de sus trabajadores. José Amoretti, Chief People Officer de la corporación para Iberia, fue entonces el encargado de presentar a CIO España este caso de éxito de la casa.
Transformación y modernización del puesto de trabajo
El confinamiento forzoso al que obligó la Covid-19 llevó a las organizaciones a hacer gala del viejo dicho renovarse o morir. Con la plantilla enclaustrada en la intimidad de sus hogares, las empresas tuvieron que echar mano de capacidad de adaptación, resiliencia e innovación para garantizar la continuidad del negocio. Y aunque hoy en día el teletrabajo está arraigado y popularizado, por aquel fatídico 2020 parecía una ensoñación, un reto y una forma de picaresca para una cúpula directiva que no creía en los beneficios de la tecnología y la responsabilidad de los trabajadores por encima de la productividad y los objetivos de negocio. Sin embargo, ING, como tantas otras organizaciones, demostraron que no solo fue un acierto, sino que el recorrido del teletrabajo y el modelo híbrido asentado en sus filiales en España era una clara apuesta de futuro.
“En 2020 ING fue pionera en la adopción de un modelo de trabajo disruptivo en España, 100% flexible, 100% en movimiento, que ofrece total tolerancia para que cada profesional pueda elegir los días que trabaja en remoto o físicamente en la oficina, según sus necesidades personales y laborales”, explica Amoretti. En palabras del ejecutivo, la implementación de esta estrategia supuso “no solo una revolución en la forma de entender las relaciones laborales, sino un cambio de mentalidad tanto para los profesionales como para el equipo directivo”.
A su entender, abogar por esta modernización del puesto de trabajo y de la forma de comprender las relaciones en la esfera corporativa fue un “paso natural” por diversos motivos. El primero de ellos, detalla, “porque somos un banco digital con los medios y procesos procesos tecnológicos necesarios para realizar el trabajo en remoto con la misma calidad y estándares de seguridad para nuestros clientes; porque en el año 2018 nos convertimos en una organización ágil con el objetivo de contar con equipos autónomos que fuesen capaces de entregar valor al cliente de una manera rápida; y porque en 2019 empezamos a probar varios modelos de eWork (teletrabajo) con unos resultados satisfactorios por parte de nuestros empleados que nos llevaron a decidirnos por el modelo 100% flexible”. En esta transformación, insiste el ejecutivo, “la autonomía, responsabilidad y colaboración han sido las palancas fundamentales que, además, nos han permitido seguir evolucionando y construyendo un modelo de trabajo entre todos”.
La pandemia sirvió para acelerar una decisión tomada, “pudimos probar el nuevo modelo de manera anticipada y comprobar que funcionaba satisfactoriamente, lo que llevó a agilizar su implantación”. La pandemia supuso un antes y un después en la implementación del teletrabajo; y en ese momento, contar con una buena base tecnológica fue lo que marcó la diferencia a la hora de adaptar en tiempo récord toda la operativa y servicios. “Teletrabajar no significa solo proveer de un portátil a los profesionales, va más allá, y así nos lo planteamos en ING desde un principio”, comenta Amoretti.
Paso a paso
Con motivo del afianzamiento del teletrabajo en la organización, la cúpula directiva junto a IT provisionó nuevos equipos a quien no disponía o accesos a determinadas aplicaciones que, por la gestión del riesgo, no se permitían desde fuera de las redes corporativas. “Hicimos un profundo análisis de riesgos para ello. Garantizamos desde el primer minuto que todas las personas pudieran acceder a las herramientas necesarias para su trabajo. Además, llevamos a cabo una labor de concienciación y aprendizaje entre todos los empleados para la utilización de los medios técnicos de la forma más eficiente posible, con guías sobre teletrabajo y seguridad en el puesto de trabajo”.
Hoy, sostiene Amoretti, “este modelo de trabajo 100% flexible es nuestra realidad y contamos con todos los medios para combinar el mundo presencial y telemático, desde nuestra nueva sede o desde la casa de cada profesional”. Y es que actualmente los 1.700 profesionales que el banco tiene en España se benefician de las ventajas de este modelo para conciliar su vida profesional y personal, lo que redunda en la satisfacción del empleado.
Mejoras adquiridas
Con la implementación de este nuevo modelo de trabajo 100% flexible dieron un paso muy importante en la satisfacción y experiencia del empleado. “Es uno de los beneficios más valorado por todos los profesionales que trabajan en ING y supone una gran base para continuar implementando medidas en la senda de la confianza, la libertad, la responsabilidad personal y el desarrollo profesional”. Se trata de una forma de trabajar que les ha llevado a ser más personales y a responder mejor a las necesidades de cada empleado. “Trabajar en ING no solo permite formar parte de un banco que está a la vanguardia en tecnología y en el que poder desarrollarse profesionalmente, sino en un entorno en el que la vida personal también es una prioridad”.
En este sentido cabe destacar que contar con medidas que ayuden a la conciliación es un atractivo muy importante para la retención del talento tecnológico. Las prioridades han cambiado y trabajar en una empresa que respeta la vida personal es un incentivo más. “Según la última encuesta interna que realizamos sobre salud organizacional, la satisfacción de los empleados ha mejorado y hemos obtenido una puntuación de 75 sobre 100, lo que se traduce en diez puntos más que en 2019”. Según las respuestas de los empleados, el modelo de trabajo fue la iniciativa de engagement mejor valorada con una nota de 9,1 sobre 10. Los datos demuestran que ayuda a que nuestros profesionales concilien mejor. “Se han reducido en un 75% el número de reducciones de jornadas de padres y madres. Con todo ello, el modelo de trabajo también ha demostrado que la productividad no solo no baja, sino que ha aumentado”, continúa el ejecutivo.
Entre las lecciones aprendidas con la puesta en marcha de esta iniciativa sobresale “la importancia de trabajar desde las necesidades del profesional y del contexto actual. Todo evoluciona y debemos ser ágiles en medidas reales para la gestión de las personas, hacer las cosas desde la confianza en los profesionales. La vida laboral y la vida personal de los profesionales es fundamental para el bienestar, para crear un buen lugar de trabajo y para la buena marcha del negocio. Hemos demostrado que la productividad no baja con un modelo de trabajo 100% flexible y que el banco sigue registrando buenas cifras de crecimiento en España”. Además, Amoretti no ha pasado por alto la innovación tecnológica: “Contar con unos cimientos sólidos nos facilitó el proceso de transición a nuestro nuevo modelo de trabajo”.
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