Por las carreteras de la cuenca del Duero se puede observar a simple vista la suntuosidad de uno de los puntos vinícolas más fructíferos de toda España. A izquierda y derecha, multitud de viñedos conforman un paisaje labrado a base de esfuerzo y tradición. Paramos, concretamente, en las cercanías de la pequeña localidad de Valbuena del Duero –con poco más de 450 habitantes–, donde a sus afueras se levanta una de las bodegas más icónicas de toda la comarca, Matarromera, una empresa familiar que cuenta con otras 11 distribuidas por toda la geografía nacional y tiene presencia en siete denominaciones de origen (Ribera de Duero, Toro, Rueda, Cigales, Rias Baixas, Rioja y Ribeiro).
Nos adentramos en ella, en plena jornada de vendimia, para comprobar, tal y como cuentan sus empleados, la relación y convivencia que conforma dicha tradición con la innovación y la tecnología. En la primera máquina que se ve se libra una “pequeña guerra de las galaxias”, según bromeaba el director general de la compañía, Julio Pinto, en el recorrido por la finca que, junto con Microsoft y Tipsa, hizo con la prensa esta pasada semana. Y, es que, un sistema de visión artificial separa la uva no acorde, según parámetros de tamaño y color, de la válida para conformar unas 150.000 botellas de su gama más alta de vinos. Parece una batalla debido a la velocidad con que los frutos saltan de un lado a otro durante una jornada en la que se procesan unos 20.000 kilos de esta fruta. Así lo hace, diariamente, durante poco más de dos semanas que dura la labor.
Este es solo uno de los ejemplos más vistosos de la organización fundada en 1988 por el ingeniero agrónomo Carlos Moro. En la actualidad, ha adoptado la inteligencia artificial (IA) para todos los procesos operativos y de negocio. En un sector tan artesanal como el vitivinícola, ahora “para tener los mejores vinos es necesario contar con la mejor información”, según subrayaba el empresario.
Las bodegas comenzaron en 2007, siempre de la mano de Microsoft, con un proceso de migración a la nube por el cual, contaba Julio Pinto, se tuvieron que mejorar las infraestructuras de red de la zona. Tras este paso a cloud en un proyecto de varios años, decía, “todas nuestras aplicaciones corren en el entorno Microsoft Business Central y están accesibles desde cualquier parte del mundo […] Esto nos está produciendo un fuerte ahorro de costes y escalabilidad, y no solo a nivel TIC. Por ejemplo, automatizamos procesos como la gestión con las administraciones, que nos ahorra mucho esfuerzo manual. Ha sido un salto brutal”.
Ahora, el grupo bodeguero utiliza la IA para automatización, análisis y, en definitiva, ganar eficiencia. Lo hace a través de Copilot, la herramienta de IA generativa del gigante de Redmond, en la utilización de todas las aplicaciones de su entorno corporativo y la construcción de una plataforma ad hoc, denominada VinoTEC, específica para esta industria y desarrollada sobre Dynamics 365 Business Central. “En cualquier caso, la IA nunca podrá saborear el vino”, bromeaba Pinto.
Bodegas Matarromera
Un nuevo año para la IA
En ese trabajo que se aplica para el equilibrio entre innovación y tecnología, Matarromera cuenta hasta con 13 patentes y hace gala de una gama de vinos sin alcohol que, gracias a la inversión en I+D, va mejorando año a año. Además, pone el foco en la sostenibilidad, y reutiliza todos sus coproductos para fabricar otro tipo de licores y lanzarlos al mercado.
En todo esto, la tecnología se está convirtiendo en su mejor aliado, según explicaba David Hernández, director de empresas de Microsoft, quien indicaba que “las herramientas digitales no solo optimizan los procesos, sino que abren nuevas oportunidades de negocio mediante la flexibilidad”. Este ponía el acento en la importancia del concepto de plataforma y de integración. “Nuestro objetivo es proporcionar soluciones y conocimiento, que tienen mucho que ver con la gestión del cambio, a este tipo de organizaciones de tamaño pequeño y medio”.
Asimismo, y sabiendo que “estamos en el ‘Año 2’ de la IA”, Hernández subrayaba el valor que aporta tener el conocimiento industrial de la mano de 12.600 partners en España que acompañan los proyectos de sus clientes. Precisamente, para este, Tipsa ha sido la mano derecha de las bodegas en la creación de VinoTEC. Se trata de una consultora especializada en el ecosistema Microsoft que aborda tareas de transformación digital en aplicaciones corporativas. Así, Andrés Sáenz, director de marketing y comunicación de la firma, mostraba cómo la IA generativa redundaba en cuatro escenarios como el financiero, el de ventas y operaciones, producción y enología y marketing. “Confiamos en el dato”, señalaba. “Este tiene que ser único y unívoco”.
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