En la actualidad, se estima que los centros de datos podrían estar representando entre el 1% y el 2% del volumen total de emisiones de dióxido de carbono (CO2). Una cifra con una perspectiva al alza como consecuencia del crecimiento exponencial del uso de la inteligencia artificial (IA) generativa, cuya demanda no hace sino incrementar a pasos agigantados. Así, con el propósito de hacer un uso sostenible de estos data center, el análisis del ciclo de vida (ACV) se ha perfilado como una herramienta táctica y crucial para las compañías del sector.
Tomarse el tiempo para analizar todo el ciclo de vida de los centros de datos supone una ventaja significativa para identificar cómo la industria puede minimizar sus impactos ambientales. Así lo manifiestan los expertos de Data4, el operador e inversor europeo de centros de datos. Esta herramienta evalúa su impacto desde la extracción de las materias primas para su edificación hasta el desmantelamiento del edificio, generando así un informe completo y detallado que permite tomar las mejores decisiones sobre su construcción y las tecnologías que alberga.
Data4 se lleva apoyando en el ACV de manera sistemática desde 2020, lo que ha permitido a la empresa crear un perfil ambiental de los centros de datos europeos, identificar las mejores prácticas operativas y de actuación y encaminarse hacia el objetivo cero neto.
En cifras
Tal y como se desprende de los últimos reportes de los análisis del ciclo de vida llevados a cabo por Data4, los data center europeos producen el equivalente a entre 6.600 y 10.400 toneladas de CO2 por megavatio de TI operativo en un período de 20 años. Un volumen comparable al consumo anual de electricidad de 1.700 a 2.800 hogares europeos. En este sentido cabe destacar que aproximadamente el 80% de estas emisiones provienen de la energía utilizada en las operaciones.
De esta forma, la eficiencia energética es un área clave sobre la que tomar decisiones. Según estimaciones de Data4, mejorar la Efectividad del Uso de Energía (PUE), puede suponer una reducción de las emisiones de carbono de hasta el 15%. Por su parte, la construcción de los data center en sí misma es responsable de entre 1.500 y 2.100 toneladas de CO2 por megavatio de TI de construcción. Para reducir los números, la disminución de recursos minerales como el aluminio, el antimonio, el cobre y el plomo (utilizados en equipos eléctricos y baterías) es clave.
Favorecer el reciclaje o la reutilización
El reajuste en el uso de materiales puede representar un 60% de reducción de los recursos naturales vinculados a un centro de datos. Limitar el uso de estos recursos naturales y favorecer los materiales reutilizados o reciclados como el hormigón de bajo carbono, implementar prácticas de economía circular y reducir el tamaño del equipo en las salas de IT, es fundamental para disminuir la huella medioambiental. Además, en última instancia, el uso de ACV ayuda a comprender las necesidades energéticas de los clientes y las interdependencias y riesgos que afectan al negocio del alquiler de centros de datos.
Al conocer los requisitos y consumos de los usuarios finales de los centros de datos se pueden buscar alternativas innovadoras con las que adaptar y mejorar los recursos necesarios, tal y como detallan los expertos. De hecho, algunas de las soluciones innovadoras implementadas por Data4 en los últimos seis años ya han resultado en una reducción del 13% en la huella de carbono de cada megavatio construido, y apuntan a una reducción del 38% para 2030.
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